La industria intensifica su campaña de presión para que el nuevo Gobierno imponga la Ley Sinde

El último varapalo sufrido por la Ley Sinde, al no aprobarse su reglamento en el pasado Consejo de Ministros, ha servido para despertar a los grupos de presión de la industria cultural y del entretenimiento critiquen con dureza al Gobierno y dicten al próximo Ejecutivo del PP lo que debe hacer en la lucha contra la «piratería».
El pasado viernes conocíamos cómo a última hora el Consejo de Ministros del Gobierno en funciones del PSOE decidía no activar la llamada Ley Sinde para cerrar páginas web. Las reacciones no se hacían esperar, y mientras la comunidad internauta celebraba la noticia, el grupo de presión de la industria, la Coalición de Creadores, volvía a la palestra para mostrar su malestar, desencanto y enfado por lo sucedido.
Al día siguiente, los medios tradicionales no tardaban en repetir al dictado el mensaje lanzado por el lobby. Pero, sin duda, el diario La Razón se llevó la palma en ser el medio más crítico por la decisión tomada en la reunión del Gobierno en funciones. En su portada del sábado 3 de diciembre se podía leer su llamativo titular: «El Gobierno, irresponsable, bloquea la ley antipiratería«. El doble movimiento es claro: por un lado, criticar al clásico blanco de todas sus iras en los últimos años, y por otro, ejercer presión hacia el Partido Popular con el fin de que no demore la activación de esta ley.
No es la primera vez que el citado medio emplea términos semejantes en los últimos meses. Con motivo del rechazo inicial en el Congreso de la Ley Sinde, este periódico tituló su cabecera del pasado miércoles 22 de diciembre de 2010 con un sentencioso «Ganan los piratas«. En sus páginas interiores pudimos asistir a la retahíla de tópicos sobre las gravísimas consecuencias económicas y para el empleo que tenía esta medida, resultado de datos aportados por una industria que basa en el lamento su discurso incendiario sobre lo que acontece en la Red.
Sin embargo, los datos en los que se basa esta industria y su caverna mediática distan mucho de la realidad. Como podemos leer en una interesante entrada en el blog de Enrique Dans, estas cifras son simplemente mentira. España no es un país «más pirata» que otros, como demuestran estudios muy a pesar de lo que aseguran desde un sector que utiliza los medios tradicionales sin pudor para difundir su palabra, aunque carezca de veracidad.
Mas no resulta difícil de entender que desde este diario haya retomado su campaña antipiratería si conocemos su trayectoria y quién es el dueño de la editorial de este medio. No es otro que José Manuel Lara, presidente del Grupo Planeta y de Antena 3. Precisamente en dicho canal televisivo se promovió una campaña en la que se criminalizaba el P2P, siguiendo el discurso de Lara, quien cree que la ley antidescargas española debería perseguir a los usuarios a través de multas y desconexiones.