Científicos de la Universidad norteamericana de Northwestern han logrado desarrollar una batería capaz de durar hasta diez veces más que las convencionales. Una mejora tecnológica dentro el proceso de investigación por parte de las compañías de mejorar las prestaciones de sus terminales móviles. ¿Veremos los portátiles, tablets o móviles con diez veces más autonomía?
Está claro que la duración de la batería se está convirtiendo en un verdadero quebradero de cabeza tanto para usuarios como para fabricantes. Los servicios y funciones que ofrecen y ofertan los dispositivos móviles exigen cada vez más rendimiento, lo que se traduce en una duración de la batería progresivamente menor. No son pocos los comentarios nostálgicos sobre lo que eran capaces de durar nuestros antiguos móviles, y la posibilidad de casi olvidar el cargador en algún rincón del hogar mientras te ibas unos días fuera. Algo que ahora es prácticamente imposible.
Pero quizá en un futuro muy cercano vuelva a ser una realidad.
Hace unos meses os contábamos que un grupo de investigadores de dos universidades de Australia (RMIT y la Nacional) habían sido capaces de desarrollar baterías que se cargaban por sí solas a través de auto-generadores de energía. Ahora, otra universidad, en este caso la de Northwestern, en EEUU, ha publicado un estudio en que se afirma que un grupo de científicos vinculados a la institución ha logrado desarrollar una batería cuya duración podría superar en diez veces las horas de servicio de una batería actual.
El mismo estudio explica cómo ha sido capaces de llevarlo a cabo: destripando un modelo actual de batería en las diferentes capas de grafeno localizadas en el extremo donde almacena la carga a través de la acumulación de litio. La duración de la batería depende de la cantidad de iones que es capaz de almacenar entre capas, por lo que la solución parece fácil: aumentar dicha cantidad.
Eso sí, el proceso para conseguirlo no lo ha sido tanto. Parecía claro, a ojos de los investigadores, que la clave estaba en el silicio, pero las anteriores pruebas realizadas no sólo no ofrecían mejores resultados, sino que provocaba el efecto contrario, es decir, una duración menor. Finalmente parece que han dado con el problema, que no era otro que el haber sustituido completamente el grafeno por el silicio. Visto el error, han decidido introducir silicio entre dichas capas o láminas sin eliminar el grafeno, lo que ha permitido aumentar dicha cantidad de iones por capa, y, en consecuencia, aumentar la duración de carga de la batería, nada menos que por diez.
Pero no sólo eso, sino que, además, aseguran que el proceso de recarga de la batería también ha experimentado grandes resultados al mostrase diez veces más rápido que las baterías convencionales. Es decir, que en el futuro podremos ver baterías que duren diez veces más y se recarguen diez veces más rápido. Eso sí, habrá que esperar para ello.