El despliegue de redes de última generación en nuestro país podría sufrir una importante aceleración a medio plazo. Desde Orange ya se ha admitido que los operadores podrían realizar un esfuerzo inversor conjunto para masificar las conexiones de fibra óptica de alta velocidad en nuestro país.
Las conexiones de fibra óptica son el futuro de la banda ancha fija. Esta premisa que tantas veces hemos leído y escuchado podría empezar a soñar menos utópica tras conocerse los planes de los distintos operadores de telecomunicaciones en España. Con el objetivo de completar los propósitos establecidos en la Agenda Digital europea para 2020, las compañías podrían unir sus fuerzas para hacer realidad el compromiso de una velocidad mínima de navegación de 30 Mbps en todo el territorio con el 50% de la población accediendo a conexiones de 100 megas en el citado año.
Aunque la gran protagonista de las XXV Jornadas de las Telecomunicaciones que se están celebrando en Santander está siendo la banda ancha móvil, hoy le ha llegado el turno a la fibra óptica, las redes fijas de última generación que permiten el acceso a conexiones ultrarrápidas. Según leemos en Europa Press, desde Orange, su consejero delegado, Jean Marc Vignolles, ha admitido que los operadores podrían trabajar de forma conjunta en el despliegue de estas infraestructuras.
Vignolles reconoció que «se está trabajando para concretar un proyecto a medio o largo plazo» que implicaría a las grandes compañías del sector con el fin de «compartir estas infraestructuras». Además, el directivo ha dejado claro que cualquier procedimiento al respecto cumpliría «de forma estricta» las normas impuestas por la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT), el organismo regulador español.
Al margen de este proyecto conjunto, Orange también ha anunciado que seguirá ampliando su red FTTH en los próximos meses. El operador naranja, a diferencia de Movistar, que está desplegando su propia red de fibra óptica, ya ha llegado a acuerdos con otros agentes en el despliegue de su infraestructura de última generación. Por ejemplo, en Asturias alcanzó un acuerdo con la empresa pública Asturcon para desplegar a través de su red neutra sus conexiones que permiten a los usuarios navegar a 100 Mbps simétricos.
Según explicó Vignolles, con la unión entre los operadores podrían hacer más sostenible un proyecto que carece de apoyo público por las restricciones en los presupuestos. De este modo, centrales, equipos y edificios cableados podrían ser compartidos en la fase de despliegue y posteriormente los operadores introducirían sus distintas ofertas para los usuarios. ¿Estamos ante el primer gran paso del despliegue masivo de fibra óptica en nuestro país?