A medida que avanzan las semanas vamos conociendo más datos sobre las cuentas de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE). El último que hemos sabido es que Teddy Bautista, ex presidente de la entidad, habría realizado gestiones económicas con familiares muy próximos.
Según leemos en elEconomista.es, Teddy Bautista habría tenido en su primo, Emilio Cabrera García, uno de los colaboradores más cercanos durante los últimos cinco años. En julio de 2006 Bautista aprobó la contratación de Emereima, empresa de asesoramiento económico creada 3 días después de la celebración del consejo de administración de Iberautor, entidad que también presidía Bautista. La contratación de la empresa de su primo se justificaba como forma de supervisión de la gestora de proyectos Gerens Management Group en el desarrollo de la red de teatros de Arteria.
Emereima facturó a la entidad durante los primeros tres años nada menos que 566.489 euros a pesar de contar con un único trabajador. En el primer año, en el que sólo facturó durante 6 meses, la sociedad ingresó 94.000 euros procedentes de la SGAE y en 2009 esta cifra llegó a los 160.500 euros.
Mas no sería éste el único «detalle» con su primo, ya que le colocó al frente de la dirección económica del holding Arteria a pesar de que en 2009 estuvo implicado como presunto responsable de varios delitos ecológicos cuando era presidente de la compañía Babcock. Recientemente, el ex arquitecto de la SGAE Santiago Fajardo denunció que en las obras de Arteria «se están inflando los presupuestos sin justificación» en los tiempos de dirección del primo de Bautista. Fajardo llegó a afirmar que éste le «obligó a firmar partidas presupuestarias al alza en el nuevo auditorio de Sevilla sin explicación alguna«.
No obstante, según el citado medio, el primo de Bautista no es el único familiar que ha recibido favores. Marta Bautista, hermana del ex presidente de la SGAE, recibe subvenciones de la entidad desde 2002 a través de una organización cultural. Sospechosa cercanía entre los allegados de Bautista y unas cuentas que según avanzan las semanas siguen enturbiándose más si cabe.