Qué daño hace la hemeroteca. Sinde, hace un año: La SGAE actúa conforme a las leyes

La noticia de la intervención de la Guardia Civil en la sede de la SGAE por presuntro fraude y desvío de fondos de cantidades millonarias nos ha planteado echar la vista atrás. Hace algo más de un año encontramos las palabras de la ministra de Cultura, Angeles González-Sinde, en las que defendía la forma de funcionar de la entidad.
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La ministra, defensora a ultranza del canon digital y principal impulsora de la ley antidescargas que servirá para cerrár páginas web de enlaces, declaraba en enero de 2010 que «todas las entidades de gestión actúan en España conforme a las leyes». Con estas palabras defendía a la SGAE de las acusaciones en su momento de monopolio. Así lo ha recordado Ignacio Escolar en su blog citando información de elmundo.es.
Muchas miradas apuntan a Sinde
Lo sucedido ahora en torno a la SGAE está sirviendo para que muchos pongan sus ojos en la ministra de Cultura, ante las posibles implicaciones que el Ministerio podría tener en el escándalo de proporciones millonarias. Tal y como declaraba uno de los abogados encargados de la denuncia, Josep Jover, «las cuentas las publica anualmente el Ministerio de Cultura y ha hecho la vista gorda«. Sin embargo, lejos de producirse una declaración institucional, el Ministerio ha vuelto a optar por el silencio como respuesta.
Desde la oposición, no han tardado en pedir a Sinde que aclare la investigación contra la SGAE. El portavoz de cultura del PP, José María Lassalle, ha señalado en declaraciones recogidas por ABC que la ministra «debe explicar en sede parlamentaria cómo ha supervisado y fiscalizado las cuentas de la SGAE«, sobre todo teniendo en cuenta el informe de la Comisión Nacional de la Competencia que acusaba en 2010 a la SGAE y otras entidades de gestión de prácticas monopolísticas, a lo que Sinde respondió con las citadas palabras.
La presunción de inocencia -algo que, por cierto, no existe con el canon digital- debe estar siempre por delante, pero parece que la denuncia contra la entidad de gestión de derechos de autor y el registro vivido en su sede hoy es algo más que una simple sospecha. Seguiremos muy atentos a lo que podría ser un fraude millonario alrededor de un gravamen que desde su creación siempre ha convivido con la polémica.