Oídos sordos de la Justicia en Reino Unido a las peticiones de los operadores de telecomunicaciones que pretendían revelarse ante la ley antipiratería británica que les obliga a perseguir a los usuarios de redes P2P como BitTorrent o eMule. Los operadores tendrán la obligación de desconectar a los usuarios si reinciden descargando material con copyright.
Un año atrás el Gobierno de Reino Unido sacaba adelante en un procedimiento el cual sorprendió por la celeridad de sus trámites la llamada Digital Economy Act. Dicha ley llegó para «proteger a la industria creativa del país de la piratería online» y sobre la mesa se volvía a poner un sistema para perseguir a los usuarios de programas P2P que descargasen archivos protegidos con derechos de autor tal y como sucede en otros países como Francia o Suecia.
Meses más tarde, el Ejecutivo británico decidía que los propietarios de los derechos de autor tendrían que abonar el 75% de las causas abiertas contra presuntas infracciones del copyright y el 25% restante sería pagado por los operadores como Vodafone, BT o Talk Talk. Esta decisión acabó por colmar a estos dos últimos, que se mostraron en completo desacuerdo con esta medida. Ambos pidieron una revisión de la norma aprobada con gran polémica, con una mínima participación de los parlamentarios (sólo acudió el 6%) y con unas prisas inexplicables por parte del anterior Gobierno de Gordon Brown. Además, señalaban que la ley podría contravenir la directiva europea.
«Es absolutamente escandaloso que los proveedores de banda ancha y los usuarios tengamos que pagar los gastos de la industria cultural para proteger su propio copyright», señalaba un portavoz de Talk Talk al presentar esta revisión ante la Corte Suprema. Sin embargo, medio año más tarde de admitir esta revisión, ahora el Alto Tribunal ha decidido rechazarla y dar luz verde a los planes propuestos desde el Gobierno porque la Digital Economy Act defiende «el punto de vista de los usuarios y los propietarios de los derechos de autor en un sistema justo».
«Hemos perdido una batalla pero no la guerra»
Las reacciones no se han hecho esperar. Talk Talk se ha mostrado «muy decepcionada» pero ha asegurado que «aunque hayamos perdido esta batalla, continuaremos luchando por defender los derechos de nuestros clientes contra esta hiriente legislación». Recordemos que este operador siempre sostuvo que «es absolutamente escandaloso que los proveedores de banda ancha y los usuarios tengamos que pagar los gastos de la industria cultural para proteger su propio copyright».
En el punto de vista contrario, la industria cultural y del entretenimiento, que ha recibido con alivio y satisfacción la decisión. «La ley es justa, proporcionada y es una manera completamente razonable de ayudar a cambiar el comportamiento de la gente para que utilicen fuentes legales para disfrutar del entretenimiento audiovisual», señaló un portavoz de la industria cinematográfica británica.
De este modo, parece cuestión de poco tiempo que los ciudadanos británicos comiencen a recibir avisos de desconexión. En nuestro país este método no está completado aún por el Gobierno con su Ley Sinde, aunque el lobby de la cultura, la Coalición de Creadores, ya ha señalado que es el modelo a imitar para acabar con las supuestas pérdidas causadas por la llamada «piratería» online.