Lo que muchos veían como una gran ocasión para sacar los colores a la ministra de Cultura, Angeles González-Sinde, se tornó en decepción. Nos referimos a la entrevista que tuvo la política con el presentador y humorista Andreu Buenafuente. Los internautas han acusado al catalán de lanzar preguntas muy descafeinadas hasta el punto de parecer una entrevista preparada de antemano.
No ha gustado en la comunidad internauta la entrevista entre Buenafuente y González-Sinde. Gran parte de ellos esperaban que entre los temas a tratar destacase la polémica ley promovida por la ministra para cerrar páginas web con enlaces externos a determinados contenidos, que llegó a provocar la dimisión de Alex de la Iglesia como presidente de la Academia de Cine.
La política mantuvo su discurso sin apenas ser cuestionada por el entrevistador. «Las leyes van por detrás de la realidad en lo que se refiere a derechos de autor», sostuvo Sinde volviendo al agorero discurso sobre el futuro de Internet: «El Gobierno debe regularlo o se acabarán los productos nuevos«. «Estamos en un momento muy importante en cómo nos relacionamos unos con otros con las nuevas tecnologías. El material es altamente sensible y cualquier atisbo de regulación preocupa», indicó la ministra de Cultura.
Al humorista, afeitada su famosa perilla la ocasión, se le reprocha por parte de los usuarios tanto que no apretase las tuercas a la política como que no hiciese gala del humor que le caracteriza. Para muchos fue una de las entrevistas más serias que se le recuerdan y otros señalan el sinsentido de calificarla como una entrevista ya que parecía que la ministra respondía a las preguntas como si las conociese de antemano.
No obstante, Buenafuente no ha tardado en responder a los críticos a través de su Twitter. «Veo muchísima agresividad conmigo hoy. ¿Queríais un linchamiento? Yo no soy así. Ni el programa. Lo siento, pero me ofende vuestro trato», expresó el humorista, quien incidió en la agresividad con él tras la entrevista. «No pienso aguantar juicios faltones después de 21 años haciendo programas en libertad. Los exaltados podéis piraros si queréis», apuntó.
Es indiscutible que el humorista está en su derecho de elaborar la entrevista como a él o a su equipo de guionistas le venga en gana y la ministra puede contestar como quiera. Lo que también es cierto es lo mucho que se echa en falta una televisión de mayor calidad con espacios específicos para entrevistas serias y de interés para los ciudadanos. Sólo la periodista Ana Pastor y algunos espacios muy concretos se convierten en excepciones a la regla en este sentido, lo que evidencia el triste panorama de la televisión actual.