La SGAE demanda a un bar por tener un televisor y no pagar la tarifa

La SGAE demanda a un bar por tener un televisor y no pagar la tarifa

Redacción

En nombre de los derechos de autor, la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) prosigue con sus prácticas recaudatorias. En esta ocasión, la víctima de sus intereses ha sido un bar del barrio valenciano de Ruffasa, acusado de no haber pagado la correspondiente tarifa por tener un televisor en su local.

Según podemos leer en ADSLzone.tv, los propietarios del bar Juan Taberna, Hortensia y Ben Ali Hadjadj, no salen de su asombro tras haber recibido una notificación del juzgado de primera instancia número 22 de Valencia en la que se les comunica que deberán acudir ante la justicia para resolver el pago mensual a la SGAE en concepto de disponer de un televisor en su local.

La entidad gestora de derechos de autor persigue al establecimiento por tener «instalado, y de cara al público, un receptor de televisión por medio del cual comunica públicamente las obras y programas que emiten las distintas cadenas de televisión que operan en nuestro país». La SGAE asegura que esta comunicación pública «la viene realizando sin haber obtenido la autorización pertinente» y de ahí el inicio de su demanda. Asimismo, insta a los propietarios del bar a solicitar el permiso en cuestión, y a «hacer efectivo el importe de los derechos devengados, en concepto de indemnización, por la comunicación pública no autorizada que ha venido efectuando hasta la fecha».

«Esto es un abuso»

Los afectados, sorprendidos aún por la denuncia, afirman que su televisor estaba instalado como «mero acompañamiento«. «No retransmitimos partidos de fútbol de pago, ni tenemos karaoke«, anuncian considerando «un abuso» la persecución que ha emprendido la SGAE contra ellos. Estos se defienden asegurando que «la televisión ni tan siquiera es de grandes dimensiones y está ubicada detrás de la barra». «¿Qué será lo próximo? ¿Cobrarnos si vemos una película en casa?«, se preguntan con ironía.

Ahora se enfrentarán al pago de aproximado de 1.000 euros (por no haber abonado los 15,33 euros mensuales durante cinco años) por este concepto o a verse obligados a apagar el televisor. Parece, por tanto, poco probable que los propietarios del local puedan evitar este elevado pago, aunque de nuevo se vuelve a plantear hasta dónde puede llegar la SGAE en su afán recaudatorio en nombre de los derechos de autor.

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