La Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) ha criticado con dureza el ataque masivo de denegación de servicio al que fue sometido en las últimas horas por un grupo de internautas. La gestora cree que se le ha puesto «en el punto de mira injustamente» y quiso destacar la «cobardía» de aquellos que causaron el colapso de su web.
José Neri, director de Sistemas de Información de la entidad, ha sido quien ha realizado estas declaraciones a elmundo.es. Según Neri, Anonymous, grupo impulsor del bombardeo al que se sumaron numerosos usuarios, actuó de forma «miserable y cobardemente de forma anónima». «Tendrían que dar la cara, nosotros no nos escondemos«, resaltó el dirigente.
Neri incidió en que se tiene un concepto erróneo de la SGAE ya que se le compara con agrupaciones de la industrica musical y cinematográfica a nivel internacional (RIAA o MPAA) así como con la firma de abogados ACS Law, penúltima víctima de los ataques DDoS promovidos por Anonymous. «En Europa se está identificando esta pelea con la SGAE. Se nos ha puesto en el punto de mira injustamente», señaló.
El dirigente aseguró que la entidad gestora de derechos de autor respondió de forma adecuada al ataque a pesar de estar prácticamente inoperativa durante dos días. A pesar de los 25 millones de solicitudes que recibió, 3,5 millones en sólo media hora, Neri manifestó que sólo hubo fallos puntuales en el servicio y que se repelió bien el «sofisticado número de métodos» empleados. Ahora espera que con la próxima reforma del código penal, en la que se incluirán penas de prisión por ataques como éste, se minimicen estas formas de protesta que el propio Neri considera que «no son justas». «Es como si te pidieran que trabajaras gratis», apunta.
En la Red se han dado tanto muestras de apoyo al bombardeo como de rechazo. Estos últimos restan legitimidad y argumentan que cualquier método coercitivo deslegitima la acción, mientras quienes justifican la acción la defienden como un nuevo método de protesta ante este tipo de entidades que suelen quedar impunes en constantes abusos sobre los usuarios. De cualquier modo, no puede sino resultar llamativo escuchar a la SGAE en el papel de víctima después de tantos años siendo el «malo de la película» en su búsqueda de «Internet como un sitio más transitable»… para sus intereses.