Con el fin de mantener la competencia en los mercados de banda ancha en Reino Unido, la Comisión Europea ha aceptado la petición del regulador británico de telecomunicaciones, Ofcom, de obligar al operador BT, ex monopolio estatal, a ofrecer acceso virtual a su infraestructura de fibra óptica a los operadores alternativos.
La compañía anunció el pasado mes de mayo su intención de llevar fibra óptica a dos tercios de los hogares británicos para el próximo año 2015, invirtiendo 2.500 millones de libras (casi 3.000 millones de euros) en el despliegue de la red que permite conexiones de alta velocidad. Sin embargo, la posición que ostenta BT en el mercado británico hace partir con desventaja a sus competidores.
De este modo, el organismo regulador en Reino Unido, Ofcom, solicitó que de forma transitoria los operadores alternativos pudiesen acceder virtualmente a esta infraestructura para lograr una «diferenciación de los los productos e innovación» similar a la que sería posible a través del acceso físico desagregado al bucle local. Así, los operadores alternativos podrán ofrecer sus servicios de banda ancha de forma competitiva en estas redes.
Ante estas «circunstancias específicas», la Comisión Europea ha aceptado la petición de Ofcom y BT tendrá que compartir de momento su red. La vicepresidenta de la Comisión, Neelie Kroes, hizo hincapié en que esta medida debe de ser temporal y animó a que la total disgregación de la fibra se imponga «cuando sea técnica y económicamente posible». Además, señaló que los precios por el acceso virtual desagregado local deberían estar basados en los costes.
Kroes también recordó que esta es «la primera vez» que un regulador nacional de telecomunicaciones propone una solución práctica para garantizar el acceso desde un punto a infraestructuras de fibra de múltiples conexiones, una tecnología que se utiliza en muchos estados miembros donde se están desplegando redes de fibra óptica, que permitirán mayores velocidades de Internet.