La Comisión Europea no pondrá trabas a los Gobiernos que quieran invertir en redes de fibra, un modelo que permite aumentar la competencia y ofrecer mejores servicios. Un ejemplo de ello son los 100 Mbps disponibles en Asturias gracias a la inversión del Gobierno del Principado.
Ken Ducatel, miembro del gabinete de Viviane Reding, comisaria europea de la Sociedad de la Información y Telecomunicaciones, dijo ayer, en unas jornadas organizadas en Londres por el diario Financial Times, que la inversión pública “debe producirse allí donde existe un fallo de mercado que impide el desarrollo de la infraestructura”.
En el caso de Asturias, las cuencas mineras no tenían acceso a Internet a través de ADSL y por ello el Gobierno regional invirtió en fibra óptica hasta el hogar que hoy está explotando Adamo y Telecable.
En otros países tenemos más ejemplos, como el caso de Grecia, donde el Gobierno Heleno ha decidido desplegar una red de fibra óptica que aumentará drásticamente la velocidad y la calidad de la televisión por cable del país. El proyecto costará 2.100 millones de euros y tardará 7 años en desplegarse. Una vez terminado, proporcionará TV de alta definición, videollamadas, conexiones de 100 megas y otros servicios.
Holanda es otro de los países punteros en inversión pública en banda ancha. El Ayuntamiento de Amsterdam está desplegando una red de fibra óptica hasta el hogar (FTTH) que garantiza velocidades de 100 Mbps simétricos para hogares y de 1Gbps para empresas.
No parece probable que en España se destinen fondos públicos para construir redes de fibra, sin embargo es un ejemplo a seguir y desde luego una forma de disminuir la brecha digital en las zonas donde los operadores no invierten.