Proliferan los adaptadores capaces de transformar un enchufe de la luz en una conexión de banda ancha de alta velocidad. Con la llegada de la fibra óptica hasta el hogar, los adaptadores PLC serán cada vez más habituales.
Según un artículo escrito por nuestro amigo Chema Lapuente en Cincodias, el 65% de los internautas españoles se conecta por Wifi desde el ordenador. Este sistema permite prescindir de los cables, pero tiene sus inconvenientes.
En primer lugar, la velocidad es inferior a la que se obtiene con un cableado tradicional. Además, depende de otros factores como la distancia entre el router y el ordenador, los obstáculos que tienen las ondas para transmitirse (paredes, pasillos..) y el número de redes inalámbricas que pueden coincidir. En materia de seguridad las redes inalámbricas también plantean más problemas que las redes convencionales.
Para estos casos ha surgido una solución realmente eficaz y simple: el PLC, del inglés, Power Line Communications. Lo mejor de este invento es que extiende la red informática de la casa (y, al final, el acceso a internet) usando los cables de la luz. Basta conectar un adaptador, por un lado, al router y, por el otro, a una toma de corriente. En la otra punta de la casa, junto al ordenador que se quiera conectar a internet habrá que enchufar el otro adaptador también al enchufe de la luz en un extremo y, en el otro, directo a la entrada de red del ordenador.
Velocidad garantizada igual que con un cable de red
Los dispositivos PLC permiten transmitir datos a velocidades de 85 megas y de hecho Telefónica recomendará su uso para sus nuevas ofertas de 30 Megas ya que serán la única forma de garantizar la velocidad. Permiten además transmitir la señal de televisión a cualquier punto del hogar sin necesidad de realizar ningún cableado. También es muy útil para los hogares con dos plantas donde las redes inalámbricas ofrecen poca fiabilidad.