Construir nuestro propio robot casero de forma personalizada parece cuestión de un futuro muy lejano pero los avances tecnológicos lo permitirán a medio plazo. La llegada de las impresoras 3D y la apuesta de Intel por esta tecnología lo permitirán dentro de poco.
Así lo indica un proyecto en el que está inmersa de lleno la compañía estadounidense. Su objetivo es que se puedan crear robots caseros totalmente personalizados a base unas instrucciones que interpretaría la impresora 3D para que crease cada una de las partes y que nosotros mismos pudiésemos ensamblar.
El fabricante de procesadores ya mostró algunos prototipos del robot en la feria «do it yourself» Maker Faire celebrada la semana pasada en Nueva York. La primera de sus creaciones, bautizada de forma cariñosa como Jimmy, fue desarrollada en los laboratorios de la firma dentro del proyecto denominado 21st Century Robot. Cabe destacar que la iniciativa es open source, por lo que dará pie a que la comunidad de desarrolladores colaboren con sus aportaciones a nivel de software.
La idea de Intel es que cada usuario pueda programar a su gusto a su propio robot y que tenga sus distintas aplicaciones, las cuales se instalarían en él de una forma tan sencilla como sucede con las tabletas y smartphones. Brian David Johnson, quien encabeza el proyecto para Intel, afirmó que su objetivo es que «los robots sean una extensión de nosotros mismos», de modo que amplíen las capacidades del ser humano.
Johnson mostró su creación y anunció que estará disponible en los próximos meses (se espera para antes de mayo del año que viene) por menos de 1.000 dólares (740 euros), una cifra que espera poder rebajar hasta la mitad próximamente. Intel espera que poco a poco los desarrolladores se sientan atraídos por su ingenio y creen sus propias aplicaciones para que el robot ejecute todo tipo de tareas.
¿Estamos ante una nueva tecnología imprescindible en todos los hogares en un futuro? Por el momento, dado su elevado coste y el de las impresoras 3D de consumo parece que no será así, pero dado el ritmo con el que avanza el sector no se ve demasiado lejos el día en el que los usuarios tengan acceso a estos robots y creen sus particulares Jimmys que les ayuden en su quehacer diario.