La Asociación de Empresas Operadoras y de Servicios de Telecomunicaciones (Astel), que agrupa a las competidoras de Telefónica, considera que las medidas incluidas en el Plan de Competitividad que aprobará el Consejo de Ministros el próximo viernes deben adoptarse tras un debate abierto con los agentes del sector. En relación con la posibilidad de la supresión de los controles preventivos sobre los precios mayoristas del ADSL, Astel estima que, «lejos de ser una medida procompetitiva», deterioraría los servicios de banda ancha necesarios para la Sociedad de la Información y sólo beneficiaría a Telefónica. ¿A los usuarios nos beneficiaría?
En sendas cartas remitidas al secretario de Estado de Economía, David Vegara, y al de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información, Francisco Ros, la asociación señala la necesidad de que las medidas sean adoptadas «sólo tras el análisis que exigen las directivas europeas y previo un debate abierto en el que todos los agentes pudieran aportar sus contribuciones».
Para la patronal, que «comparte el interés en la mejora de la competitividad y de la productividad de la economía», las medidas deberían respetar el procedimiento de las directivas europeas, que exige un análisis de la situación de competencia en el mercado y control de las posiciones dominantes.