¿Preferirías sacrificar tu privacidad en Internet a cambio de que se refuerce la lucha contra el terrorismo? Aunque pueda parecer sorprendente, la mitad de los encuestados tras conocerse el polémico programa PRISM de espionaje por parte de EEUU ha contestado de forma afirmativa a esta pregunta.
El pasado mes de junio se destapaba el escándalo del espionaje masivo realizado por el Gobierno de EEUU no solo dentro de sus fronteras sino a nivel internacional incluso con la connivencia de otros gobiernos. La polémica no ha cesado, puesto que recientemente se descubrió que el sistema XKeyscore permitía a la Administración del país norteamericano crear una base de datos gigante en la que se incluían datos personales de los internautas y los contenidos de correos o mensajes que enviaban.
El argumento esgrimido por los defensores de este controvertido programa no es otro que la manida «lucha contra el terrorismo«. En su afán por ello no dudaron (sin permiso de la ciudadanía, recordemos) en recopilar millones de datos de los internautas e incluso acceder a conversaciones telefónicas sin orden judicial. No obstante, ¿hasta qué punto están en desacuerdo los ciudadanos de EEUU con esta medida?
Por muy anodino que pueda parecer, una encuesta señala que el 54% está de acuerdo con el espionaje de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA). Al menos uno de cada dos usuarios que contestaron indicaron que prefieren sacrificar su derecho a la privacidad y que el Gobierno incurra en un delito en nombre de la seguridad nacional y la lucha contra el supuesto terrorismo.
El dato contrasta con la opinión de aquellos que consideran que la violación de este derecho es algo muy preocupante. Numerosas novelas distópicas aluden al concepto de vigilancia extrema a los ciudadanos por parte de gobiernos de carácter dictatorial, siempre en nombre de la protección de libertades o en este caso la seguridad. La realidad parece acercarse cada vez más a estas situaciones y se abre un precedente de lo más peligroso.
Eso sí, cabe tener en cuenta que la encuesta ha sido realizada en EEUU, país donde la llamada «guerra contra el terror» inunda la información de forma continua por todos los medios, ya sean informativos o culturales. Tan solo basta ver argumentos de sus películas o videojuegos para percatarse de ello. ¿Hasta qué punto estaríais dispuestos en vuestro caso sacrificar la privacidad con este fin? ¿Pueden arrogarse los gobiernos una potestad tan controvertida y delicada?