Por qué Netflix necesita su propia The Office o Friends, y por qué no puede hacerla
En apenas año y medio, Netflix va a perder sus dos series más vistas: The Office y Friends. Lo de Friends se supo hace un mes y medio, cuando analizamos todos los acuerdos y contenido que Netflix iba a perder de cara a 2020 tras el lanzamiento de servicios de streaming de Disney, NBCUniversal y AT&T, y lo de The Office se supo ayer. Netflix necesita un contenido capaz de sustituirlo, pero hace falta mucho más que dinero para hacerlo.
Netflix perderá The Office y Friends en año y medio: sus dos series más vistas en Estados Unidos
En Estados Unidos, el 72% del tiempo que los usuarios están viendo Netflix, lo hacen con contenido no original de la plataforma; es decir, contenido licenciado de terceros y que Netflix no ha producido, y cuyos derechos necesita renovar constantemente para no perder su emisión en la plataforma.
Gran parte de ese tiempo que los usuarios pasan viendo contenido licenciado lo pasan viendo dos series: Friends y The Office, las dos sitcoms más populares de la historia, y probablemente las mejores. Además, también, las mejores series largas que los usuarios nunca se cansarán de ver. Tanto es así, que, en una encuesta realizada a usuarios de Netflix de Estados Unidos, el 49% respondió que cancelaría su suscripción a la plataforma si desaparecen ambas series de la plataforma, mientras que un 28% dijo que la cancelarían si se va todo el contenido de Marvel y Star Wars.
The Office dejará Netflix en enero de 2021 en Estados Unidos, mientras que Friends lo hará en algún momento a finales de 2020. The Office fue la serie más vista de Netflix en 2018, con más de 52.000 millones de minutos de visualización en la plataforma, que equivale a 15 horas por cada uno de los 58,5 millones de suscriptores que tiene la plataforma en el país. La segunda fue Friends, seguida de Anatomía de Grey. Ambas perfectas si buscas series fáciles para no pensar y con muchos episodios disponibles. En España, Friends se podrá ver en Netflix, HBO y Amazon Prime Video a partir del próximo 1 de julio.
La fragmentación de las plataformas de streaming va a ser todavía peor de lo que lo es en la actualidad, donde al final los usuarios irán pagando cada mes la plataforma que más les interese, teniendo que ir rotando de una a otra en lugar de pagar una única como hacen ahora llena de contenido.
Esta creación de plataformas de streaming será negativa en sus inicios para las empresas que tienen los derechos. Por ejemplo, Disney perderá 150 millones de dólares en derechos que ahora cobra de plataformas como Netflix, mientras que WarnerMedia perderá los 100 millones de dólares que pagó Netflix por poder seguir emitiendo Friends durante un año más.
Netflix, por tanto, no podrá conseguir ni por todo el dinero del mundo, los derechos de emisión de esas series y de otro mucho contenido, ya que Disney se está quedando en Estados Unidos con media industria audiovisual. Lo que Netflix necesita es su propia sitcom, pero esto no es nada fácil.
Las sitcom: comedias con capítulos rápidos, sencillos, graciosos y que se pueden ver muchas veces
Gracias a Antena 3, es posible que un mismo capítulo de Los Simpson lo hayamos visto más de diez veces y que son una de las mejores series para ver en Disney Plus. Las historias de Los Simpson son autoconclusivas y tienen siempre una misma base de ciudad y personajes (excepto cuando fallecen algunos de sus dobladores). Con las sitcom, aunque haya una historia base sobre la que gira la trama que puede tener cambios (por ejemplo, que Ross y Rachel tengan una hija en las últimas temporadas frente a las primeras), las «situaciones» de cada capítulo son autoconclusivas.
Que una sitcom tenga éxito no es fácil. Sólo unas pocas decenas lo han conseguido a lo largo de la historia. El género de comedia de situación empezó a ganar popularidad en los 80 y en los 90, con series como El príncipe de Bel-Air, Cheers, Frasier, Seinfeld o Friends. En la década de los 2000 surgieron otras muchas que han tenido una gran popularidad, como Arrested Development, Cómo conocí a vuestra madre, Parks and Recreation, Community, The Big Bang Theory, Modern Family, etc.
Este género, por mucho que esté trillado, es una apuesta segura de éxito si se sabe hacer bien, ya que la gente aprecia mucho las series de comedia; sobre todo las buenas. El problema es que en la actualidad quedan muy pocas vivas, y plataformas de streaming como Netflix viven del éxito de series pretéritas.
La solución para Netflix es muy sencilla: crear una sitcom. Lo más parecido que tienen actualmente es Bojack Horseman. Todas las sitcoms originales que han creado han acabado canceladas o ya tienen un final programado, como The Ranch, Madres forzosas o Día a día, que han pasado por la plataforma sin pena ni gloria.
Netflix tiene series muy buenas, y la compra de Black Mirror fue un acierto (aunque la quinta temporada haya sido la peor de todas). Sin embargo, necesitan contenido que acumule decenas de miles de millones de minutos de visualización. Y eso sólo está al alcance de muy pocas series.
Las sitcom encajan difícilmente con el modelo de contenido original de Netflix
Crear ese contenido tampoco encaja con la filosofía de Netflix. Las temporadas de sus series originales no suelen tener más de 10 o 13 capítulos, mientras que las sitcoms tienen más de 20 capítulos por temporada. The Office tiene 188 episodios, mientras que Friends tiene 236. Bonding, la comedia más reciente que han estrenado, con una temática sexual muy arriesgada, tiene sólo 7 capítulos de entre 14 y 17 minutos cada uno. La temporada dura lo mismo que una película. A eso hay que sumar que Netflix gusta de lanzar temporadas completas de golpe en lugar de capítulo a capítulo, lo que engancha más a la gente durante cada temporada, garantizando la renovación de la serie cada año.
Cuando alguien quiere ver una serie, quiere empezar por las mejores, por lo que el tiempo que hay disponible lo echan en The Office o Friends. Sin embargo, hay quien prefiere volver a ver esos capítulos antes que empezar series nuevas. Es como comer fuera de vez en cuando en un sitio nuevo para probar sabores diferentes: lo haces una vez, pero al final todas las semanas comes pollo casi seguro. Y Friends, The Office, o las películas de superhéroes de Marvel son un muy buen pollo.
Netflix va a invertir en 2019 unos 15.000 millones de dólares en contenido original, subiendo a 17.000 millones en 2020. La mayor parte de ese dinero viene de las suscripciones de los usuarios, siendo el motivo por el que han subido los precios de la suscripción. Pueden crear series con tramas complejas, buenos actores, y películas candidatas a los Oscar, pero es casi imposible crear una comedia de 24 episodios de 20 o 30 minutos que tenga el éxito y la base de fans que tuvieron Friends o The Office en su día. Ojalá den con la tecla y la mejor serie de comedia esté todavía por venir, pero es un proceso que puede llevar años antes de encontrar a los actores, guion y situación adecuados. Sin duda, serían las series más vistas en Netflix.