Culpan a una antena de telefonía de causar cáncer a 4 niños en un colegio

Culpan a una antena de telefonía de causar cáncer a 4 niños en un colegio

Alberto García

Ya han sido varias las ocasiones en las que hemos hablado de algunos casos donde se ha culpado a la «radiación» de causar enfermedades, ya sea por parte de las antenas de telefonía, o por los propios routers WiFi. Ahora, una nueva cruzada quiere quitar las antenas de un colegio por haberse dado varios casos de cáncer entre niños que allí asistían.

Cuatro niños han sido diagnosticados con cáncer en los últimos tres años en un mismo colegio

En concreto, cuatro niños de la Weston Elementary School, en Ripon (California), han sido diagnosticados con cáncer en los últimos tres años. A pesar de lo espaciado en el tiempo, los padres están preocupados porque afirman que es una incidencia alta para ser un pueblo de solo 17.000 habitantes.

antena 4g

El primero de ellos, Kyle, fue diagnosticado con cáncer de riñón en 2016 cuando tenía solo 10 años. En 2017, otro niño de 10 años fue diagnosticado con un tumor cerebral. Ahí, los padres ya se quejaron ante la escuela. En los últimos dos años, dos estudiantes han sido diagnosticados también con casos de cáncer.

El hermano de uno de los afectados por cáncer cerebral afirma que los niños no se merecen esto, ya que con 22 años ahora no sabe si podrá volver a andar o caminar por si mismo tras haber extirpado el tumor en una cirugía de 12 horas. Los padres también se han quejado de que sus hijos no deben ser conejillos de indias teniendo una antena tan cerca.

La antena ubicada en el colegio, perteneciente al operador Sprint, le da 2.000 dólares anuales a la escuela por ello, con un contrato que actualmente tiene una duración de 25 años. La compañía afirma que la torre está operando en frecuencias y potencias dentro de los márgenes legales. A pesar de ello, afirman estar abiertos a hablar y colaborar con los padres para que estos estén tranquilos.

Existen miles de antenas, y no todo el mundo está desarrollando cáncer

La clave de este asunto es que son otros muchos edificios e instituciones públicas los que cuentan con antenas de telefonía, y si realmente las antenas causasen cáncer, estaríamos ante una epidemia donde todos los ciudadanos que estuvieran cerca de una de esas antenas lo estarían padeciendo. Las ciudades en las que vivimos actualmente están plagadas de antenas, y no todo el mundo anda desarrollando tumores.

No obstante, los padres decidieron que los más de 200 niños que asisten a clase allí no fueran a clase durante un día la semana pasada mientras se reunían con los responsables del colegio para tratar el asunto.

Los padres, preocupados, contrataron a principios de año a un especialista en radiación electromagnética, llamado Eric Windheim, que dijo que, aunque la antena operase bajo los estándares del gobierno, era probablemente la causa del cáncer debido a que las células de los niños están todavía dividiéndose y creciendo, siendo uno de los peores momentos para estar expuestos a ellas. Windheim cuenta con una web donde afirma que la radiación electromagnética genera síntomas en el cuerpo, como fatiga, dolor de cabeza, insomnio y pitido en los oídos, lo cual roza lo paracientífico.

Así, por prudencia, los padres quieren que se retire la antena, a pesar de que esto puede deberse a una coincidencia o a cualquier otro factor más allá de la antena, y de que hay estudios que afirman que no hay relación entre el uso del móvil y el cáncer. De momento, afirman que la antena opera incluso por debajo del máximo que exige el gobierno, y que no la van a retirar. La radiación de las ondas de las antenas de telefonía (al igual que el WiFi) no son ionizantes, y no pueden generar cambios en la estructura del cuerpo. De hecho, no hay más que ver que la televisión ha estado operando donde ahora está la telefonía móvil (800 MHz, y dentro de poco los 700 MHz en la UE). Y no ha habido revueltas exigiendo que se retiren las antenas de televisión.