Telefónica pierde en 11 años el 70% de su valor

Telefónica pierde en 11 años el 70% de su valor

Javier Sanz

12 de octubre de 2007, Telefónica superó los 104.000 millones de euros de capitalización bursátil y sus acciones rompieron a máximos históricos tras anunciar un plan de negocio ambicioso que incluía un aumento considerable del dividendo y unas cifras de negocio absolutamente increíbles. 11 años después la compañía ha perdido un 70% de su valor y sus acciones están a punto de perforar los mínimos del siglo a pesar de que su desempeño comercial en España es espectacular. ¿Qué está pasando?

El sector de las telecomunicaciones acumula un castigo bursátil que lejos de corregirse puede agravarse más en los próximos meses tras los problemas gravísimos que atraviesan países como Turquía o Argentina. La devaluación de la lira turca ha sumido a Europa en una pequeña crisis que está contagiando a todos los países de nuestro entorno y también ha provocado el desplome del euro frente al dólar. Al otro lado del charco los problemas todavía son peores, la caída brusca del peso argentino ha obligado a su Presidente a pedir una inyección de capital urgente al Fondo Monetario Internacional para evitar la quiebra del país. Precisamente esta noticia ha sido la que ha terminado de hundir a Telefónica esta semana y es que la operadora logra allí cerca del 7% de los ingresos.

Latinoamérica está siendo un lastre

11 años terribles en bolsa tienen muchísimas razones pero el problema de todo esto es que el futuro más inmediato no es para nada esperanzador. Latinoamérica ha dejado de ser el motor de la operadora y países como Venezuela o Argentina están siendo un auténtico desastre. Brasil que en su día llego a superar incluso a España en ingresos también ha frenado su crecimiento y la devaluación de su moneda no está ayudando. Por si fuera poco, la presión comercial en otros países como México ha provocado cierto desánimo en los inversores que antes confiaban en la operadora y veían un gran potencial en mercados emergentes donde está presente.

La cota psicológica de los 7 euros

El efecto psicológico de la perforación de este soporte el pasado viernes no ayuda tampoco para la recuperación bursátil de la empresa. Los cortos (que ganan dinero con la bajada de las acciones) han aumentado recientemente su posición y algunos fondos han dejado de confiar en la teleco. La compañía ha caído cerca de un 24% desde la llegada a la Presidencia de José María Álvarez-Pallete en abril de 2016 y es que desde entonces se ha producido una tormenta perfecta. Hechos relevantes como la imposibilidad de vender O2 por una decisión injusta de Bruselas o los problemas de divisas   han sido las principales razones.

España es el motor

Atendiendo a los últimos resultados presentados en marzo la operadora confirmó un crecimiento interanual de los ingresos por servicio del 0,8% y un incremento en el valor de su base de clientes. La estrategia del “más por más” que supone incrementar el valor de la cartera de abonados a cambio de más servicios sí está dando frutos permitiendo a la compañía crecer de forma sostenible.

De cara a los próximos meses seguramente veamos como Telefónica de España sigue creciendo y es que la compra de los derechos del fútbol y su estrategia basada en la captación de clientes de paquetes premium es precisamente lo que tiene que hacer la compañía para incrementar su valor. Los clientes que tienen contratado Fusión no suelen cambiar de operadora, además la diferenciación de precio ha pasado a un segundo plano siendo la atención al cliente y la calidad las palancas más importantes en el sector de las telecomunicaciones.

¿Qué sucederá en el futuro?

Es difícil predecir el futuro en los mercados pero Telefónica necesita un catalizador para impulsar sus acciones y luchar contra los factores externos que la están penalizando. Por un lado el contexto internacional no es positivo, en España los mercados tampoco ven con buenos ojos las nuevas políticas socialistas que plantean subir los impuestos. Una tormenta que se ha convertido en huracán y que debe ser soliviantada con decisiones inteligentes.  Reducir deuda saliendo de mercados que han dejado de ser emergentes y seguir el camino de España apostando por la fibra, los contenidos y el “más por más” pueden ser ese catalizador que necesitan las matildes. En definitiva, concentrarse en lo que es Telefónica, una operadora de telecomunicaciones centrada en conectividad y servicios preocupada por sus clientes.

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