Los SSD seguirán bajando de precio en 2018, y se empieza a perfilar la muerte de los discos duros

Los SSD seguirán bajando de precio en 2018, y se empieza a perfilar la muerte de los discos duros

Alberto García

Después de un año y medio de subidas de precio, los SSD van a empezar a bajar precio a lo largo de 2018 debido a diversos factores. El primero de ellos es que cada vez más fabricantes están aumentando la producción de unidades SSD con memoria 3D NAND de 64 y 72 capas. En segundo lugar, su menor espacio y los portátiles capaz de más finos y potentes requieren de estas unidades.

Los SSD 3D NAND de 64 y 72 capas están tirando los precios

Según los últimos datos disponibles para el primer trimestre de 2018, las ventas de SSD han bajado algo debido a que suele ser una época de baja demanda por parte de los ensambladores. Por ello, los fabricantes de SSD han empezado ya a bajar los precios (tal y como estamos viendo en las últimas semanas con ofertas en tiendas como Amazon), con el fin de que adopten los nuevos SSD 3D NAND de 64 y 72 capas.

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Según las estimaciones de TrendForce, el precio de las unidades SATA ha bajado entre un 3 y un 5%, mientras que el de las que usan interfaz PCIe ha bajado entre un 4 y un 6% comparado con el trimestre anterior. Estos datos confirman que la subida de precios por fin se ha parado, y que los precios ya han empezado a disminuir.

Tal y como están planteada actualmente la fabricación de unidades SSD, de cara al segundo trimestre de 2018 los fabricantes van a seguir aumentando la producción, lo cual va a generar una ligera sobreoferta de unidades SSD. Los fabricantes esperaban que los ensambladores de ordenadores demandasen más, pero la demanda cayó en la segunda mitad de 2017 debido a que los precios eran demasiado altos, y la demanda de momento no ha vuelto.

Los de 256 serán la capacidad base de los portátiles de 2018

Esto redujo la adopción de los SSD como principal unidad de almacenamiento al 45% en 2017. Según bajen los precios este año, la cifra de adopción se espera que suba y supere el 50%. Además, la capacidad base también se espera que suba hasta los 256 GB en 2018, mientras que los portátiles con SSD de 512 GB de serie en las gamas medias-altas no se esperan por lo menos hasta finales de 2019 o ya para el año 2020.

Los SSD SATA también irán poco a poco siendo destronados por los que usan interfaz PCIe. En 2017 el 30% de los SSD eran PCIe en portátiles. Sin embargo, de cara a 2018 se espera que su penetración suba aún más y supere el 50% gracias a que las tres últimas plataformas de Intel soportan este tipo de unidades, con una tecnología que cada vez madura más y con un coste que se sigue reduciendo, además de un menor tamaño, peso y consumo.

Debido a que fabricantes como SK Hynix, WD/Toshiba, Micron e Intel están volcados con la producción de chips 3D NAND TLC, la penetración de estas memorias será del 70% a finales de 2018. De cara al futuro, se van a crear chips QLC para tener aún más capacidad en el mismo tamaño, rebajando aún más los costes. Estos chips entrarán en producción a finales de 2018, y empezarían a abrir la puerta a que empiecen a reemplazar de una vez por todas a los discos duros; al menos en portátiles.