Posibilidades reales de que AT&T o Deutsche Telekom compren Telefónica

Posibilidades reales de que AT&T o Deutsche Telekom compren Telefónica

Javier Sanz

Los cantos de sirena no pararán de sonar en las orillas de Telefónica el próximo año. Con un valor en el mercado de 40.000 millones de euros, la operadora española está a tiro de dos gigantes que podrían convertirse en líderes en Latinoamérica y Europa a golpe de talonario.

AT&T y Deutsche Telekom son sin duda las dos grandes empresas que copan las primeras posiciones en una hipotética OPA por Telefónica que lleva tiempo sonando en el mercado. En el caso de la operadora americana, cosas del destino, las trabas de su posible fusión con Time Warner, abren más que nunca las puertas a una posible operación corporativa más allá de sus fronteras. El gigante alemán también tiene capacidad de realizar una operación de esta envergadura que consolidaría su posición en Europa y Latinoamérica.

logo de AT&T en una puerta

Es una realidad que Telefónica encara el 2018 con posibilidades reales y amenazantes de que un gran gigante realice una oferta de compra parcial o total de la compañía. El bajo precio de las acciones y por ende de la empresa y, sobre todo, la fortaleza de la operadora en España y Latinoamérica invitan a pensar en una posible OPA. En el lado opuesto está la deuda y los recelos del ejecutivo y el lobby español  quien aún sin tener capacidad real de vetar la operación, no verían con buenos ojos que un operador extranjero controlara de una manera tan directa infraestructuras claves para el estado. Como podemos ver se trata de una OPA cuando menos compleja y atractiva, pero muy condicionada por detalles ajenos al negocio y más relacionados con el control, el poder y hasta el celo político. Material sensible en un entorno ya de por sí complejo. Con los pies en el suelo es bastante improbable que todo esto suceda, pero la consolidación del mercado de las telecomunicaciones no ha hecho más que empezar y precisamente Telefónica es uno de los actores más importantes.

La no fusión de AT&T y Time Warner cambiaría todo

En octubre de 2016 el mercado podemos decir que dio su primer golpe de mano cuando AT&T selló un acuerdo para comprar a su rival Time Warner por algo más de 85.000 millones de euros, sin incluir la deuda de la operadora, que dispararía la operación a cerca de 110.000 millones de dólares. Pero todo ha sido un genial órdago aniquilado por los que controlan la mesa de juego, ya que más de un año después, la fusión sigue en el aire por la oposición del Gobierno estadounidense. El principal problema es que el Departamento de Justicia americano se opone a que se vendan diferentes activos entre los cuales destaca la cadena CNN propiedad de Time Warner, una de las joyas y leyendas de la información americana. No hay que olvidar que Donald Trump, Presidente del país, mantiene una guerra abierta con la propia cadena al acusarla de difundir noticias falsas sobre su persona y mandato.

Con semejante panorama no es de extrañar que John Stephens, director financiero de AT&T, ha reconocido públicamente que «a día de hoy la fusión es incierta», lo que abre la puerta a que podamos especular de nuevo con un posible interés en realizar una OPA a Telefónica. En 2013 aparecieron las primeras informaciones al respecto y es que a pesar de que la operadora española y el propio Gobierno desmintieron las noticias aparecidas en prensa, lo cierto es que el ejecutivo de Zapatero frenó la operación porque Telefónica controla infraestructuras clave para el estado como son las redes fijas y móviles. Celo político en estado puro.

No es la primera vez que AT&T  se fija en Telefónica,  en enero de 2016 la operadora estadounidense ya sondeó a Telefónica para vender su televisión en Latinoamérica. Aunque no se materializó la operación es evidente que las relaciones entre ambas compañías son muy fluidas.

Deutsche Telekom

La operadora alemana es otra de las candidatas con posibilidades reales de comprar al gigante español. Deutsche, Otra de las leyendas de las telecomunicaciones en Europa tiene la capacidad financiera y sobre todo la ambición de llevar a cabo una operación de este calibre que le permitiría liderar en Europa y Latinoamérica. En los últimos meses, su departamento de adquisiciones y fusiones ha tenido mucho trabajo. Hace un mes conocimos que T-Mobile, filial en Estados Unidos había descartado fusionarse con Sprint lo cual hubiera creado una operadora con más de 100 millones de clientes en Estados Unidos.

red de cobre

Una semana atrás, Deutsche Telekom y Tele2 acordaron en Holanda fusionar sus filiales por cerca de 190 millones de euros para convertirse en la tercera compañía del país por detrás de Vodafone y el ex monopolio KPN. Como no podía ser menos, la operación con Telefónica vuelve a sonar, más aún en el pleno proceso de consolidación que viven las telecomunicaciones, ya que el Viejo Continente tendría por fin un gigante capaz de competir con los americanos y chinos. No hay que perder de vista a los operadores asiáticos que pretenden tomar posiciones en Europa y también Latinoamérica. De hecho, Hutchison ya intentó comprar O2, filial de Telefónica en Reino Unido y Alemania pero la Comisión Europea frenó la operación. Está claro que hay ambiente en el mercado y que sobran actores y faltan oportunidades.

Capitalización en bolsa y deuda

A día de hoy, la capitalización bursátil de Deutsche Telekom ronda los 72.000 millones pero ha subido cerca de un 70% en los últimos cinco años. En el caso de Telefónica, su capitalización es de 42.000 millones pero en los últimos cinco años su valor se ha depreciado cerca de un 20%, algo con los que ni los analistas más pesimistas contemplaban. El mayor lastre para un posible comprador es la deuda de la teleco española que ronda los 50.000 millones de euros pero aun así, no deja de ser una operación muy interesante para crear uno de los mayores operadores del mundo.

Una OPA a Telefónica sería una mala noticia para España

El hecho de que Telefónica sea una operadora española ha posibilitado que nuestro país disponga de una de las mejores y más extensas redes de fibra óptica en Europa. Lo mismo sucede con la penetración de 4G y por supuesto si nos fijamos en la creación de contenidos audiovisuales, es indudable que la apuesta por la producción española tiene que ver con la nacionalidad de la operadora.  ¿Alguien se imagina a AT&T produciendo series o películas en España? ¿Y manteniendo el ritmo inversor para mantener la primera posición en banda ancha ultrarrápida en nuestro país? Lo mismo podríamos pensar de Deutsche Telekom que obviamente tendría muchos frentes abiertos y las órdenes seguirían llegando desde Berlín. Resumen, España, su fibra y sus queridos contenidos ya no serían algo tan “core” para Telefónica como lo es ahora.

En definitiva, 2018 será un año apasionante en telecomunicaciones y habrá que estar muy atentos a las operaciones corporativas que a buen seguro no son pocas. Cuáles serán y cómo será su mapa geopolítico y económico es una quimera tan compleja o más que el futuro bursátil de los archifamosos bitcoins.

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