Los radares móviles son los que las apps de radares no pueden detectar –sólo fijos, declarados por la DGT–. Y no, no siempre son marcas ‘francesas’, aunque los conductores así lo piensen. Pero aquí, en España, al menos están todos ellos controlados por las autoridades de vigilancia del tráfico –la Guardia Civil-. En Francia, sin embargo, están a punto de hacer que cualquier coche particular se convierta en un radar móvil, de tal forma que será mucho más difícil que el resto de conductores puedan detectarlos.
Con este movimiento, Francia contará con 26 coches privados que se encargarán de sustituir a los operados por la Gendarmería Nacional. De momento, en noviembre, se arrancará con esta reducida cantidad. Pero más adelante se irá aumentando la cifra hasta los 400 coches particulares que patrullarán las carreteras como radares móviles. Las asociaciones de automovilistas franceses aseguran que, como es evidente, ‘serán todavía más indetectables’. Y la información que hay al respecto nos desvela que ayudará a crear 1.000 puestos de trabajo nuevos, a pesar de que sólo habrá un conductor a bordo de cada vehículo.
Los coches particulares se convierten en radares móviles en Francia, desde noviembre
En cuestión de unas semanas se llevará a cabo esta nueva medida. Se arrancará en Normandía, que es donde se han llevado a cabo las primeras pruebas, desde el pasado mes de febrero. Los automovilistas, y diferentes asociaciones, han criticado la privatización por el ‘afán recaudatorio’, mientras que el ministro de Interior francés asegura que de esta forma ‘la policía se reorientará a misiones de seguridad’. Sea como fuere, el Gobierno francés pretende alcanzar los ocho millones de euros de recaudación anual frente a los dos millones actuales, porque se conseguirán seis veces más horas de vigilancia efectiva en las carreteras.
Se invertirán 53 millones de euros, aproximadamente y según las previsiones del Gobierno, pero se debería alcanzar una rentabilidad del 82% cuando el sistema de vigilancia complete su implementación con esos 400 vehículos particulares patrullando las carreteras francesas. Los nuevos conductores con radar móvil tendrán que cumplir un trazado acordado, y en caso de que se desvíen tendrán que asumir una penalización. Estos conductores, por otro lado, no podrán saber cuántos conductores han sido multados mientras conducen su vehículo equipado con un radar de velocidad.