Fragmentación en los servicios de streaming: ¿propiciarán ellos la piratería?

Fragmentación en los servicios de streaming: ¿propiciarán ellos la piratería?

Carlos González

Netflix es ahora mismo, probablemente, el servicio de vídeo en streaming más potente dentro de su categoría. Y digo ‘probablemente’, porque no tenemos cifras sobre la cantidad de abonados dentro de nuestro país. Igual que tampoco los tenemos de Rakuten TV, Amazon Prime Video o HBO España, entre algunos otros que prestan su acceso a series, películas y documentales en España.

Wuaki o Yomviahora Rakuten TV, el primero- llegaron a España antes que Netflix, pero con un problema: el catálogo. Igual que ocurrió mucho tiempo antes en los servicios de música en streamingcomo Spotify-, en el mundo del cine están pudiendo ver que el catálogo es esencial, en su caso, para convencer a los consumidores. Por eso, aunque el formato de servicio de suscripción ya existía, la fórmula de éxito ha sido, de momento, la de Netflix.

Netflix está por encima, pero ¿pueden sus aliados suponer un problema?

Netflix ha conseguido posicionarse por encima de sus competidores por eso: tiene el mejor catálogo, ahora mismo, no sólo por calidad sino también por cantidad. Y se sirven de producciones de otras compañías –como la mayoría-, para las cuales tienen acuerdos que permiten su disponibilidad en la plataforma. Pero al mismo tiempo, la captación de nuevos clientes está siendo eficaz, también, gracias a la creación de producciones propias que se emiten en exclusiva dentro de la plataforma. Esto mismo, por cierto, también ayuda a la plataforma a la fidelización de clientes y la conformación de una excelente imagen de marca.

El problema en todo esto está en que ciertos estudios, productoras y distribuidoras están planteando su salida de Netflix y similares. Disney esta semana informaba de que películas Disney, Marvel y Star Wars, así como series, dejarán de estar disponibles en Netflix en los Estados Unidos. Y el motivo es tan sencillo como que pretenden construir su propio servicio de forma paralela y competir con Netflix valiéndose de títulos importantes en exclusiva. Una lucha que, nuevamente, se basa en la competencia por catálogo.

Los consumidores son los únicos perjudicados… a priori

Lo que se plantea con ‘luchas’ como esta, dentro del sector, es una mayor competencia. Esto debería ser bueno, en principio, pero las particularidades de este mercado, y en combinación con la singularidad de esta forma de distribución digital, hacen que la escisión entre compañías de este calibre lleve a los consumidores a decidir entre uno u otro. Es evidente que pocos, muy pocos consumidores, van a suscribirse a todas las plataformas de este tipo que vayan surgiendo para conformar un catálogo completo de entre todas ellas.

Por lo tanto, la separación de empresas como Netflix y Disney va a provocar que contenidos que antes quedaban reunidos en una misma plataforma, ahora queden separados en dos diferentes. Los consumidores, a priori, podrían contratar ambos. Pero ¿ocurrirá esto? Seguramente no, porque supone gastar el doble por lo mismo que antes podían encontrar en un único servicio. Así que la decisión más normal sería elegir entre uno u otro.

¿Provocarán que la piratería vuelva a crecer?

Es el debate que ha surgido a raíz de la separación de Netflix y Disneyen los Estados Unidos-. No son los únicos que van a separarse, y al tiempo se ha podido conocer también que otras varias compañías –AMC, Sky…- están preparando sus propios servicios completamente nuevos. Es decir, que efectivamente la oferta de servicios va a ser mucho más amplia en los próximos meses, y por tanto la competencia entre ellos, pero cada vez existe mayor fragmentación en el sector por la separación entre compañías. Y cada cual, evidentemente, tratando de defender sus producciones propias y emisiones en exclusiva.

Esta fragmentación da a los consumidores más opciones, sí, pero más incompletas cada vez. Y el debate en cuestión que se ha planteado es si esto no provocará que los que ahora están suscritos a estos servicios, sea el que sea, no acaben volviendo a mirar a la piratería cuando ‘necesiten’ completar la oferta de su proveedor con alguno de aquellos contenidos que ahora forme parte de otra plataforma. ¿O pagarán el doble… para tener contratados ambos?

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