Una vez más, WikiLeaks ha vuelto a destapar información sobre el espionaje de la CIA sobre los ciudadanos. En esta ocasión han destapado una herramienta de malware que permitió a la inteligencia de los Estados Unidos interponerse en las emisiones de vídeo en directo. Y concretamente, según revelan en torno a CouchPotato –la herramienta en cuestión-, la CIA tenía a su alcance espiar estos vídeos en tiempo real y sin dejar rastro alguno sobre el ataque llevado a cabo.
No es la primera forma de violación sobre la privacidad y la intimidad que se da a conocer de la CIA, y tampoco será la última. Los organismos de seguridad e inteligencia de los Estados Unidos, entre los que además de la CIA se incluye también a la NSA, durante años han contado con decenas de formas de espionaje vía Internet. Lo último que WikiLeaks ha dado a conocer se llama CouchPotato, y es una herramienta que permitió a la inteligencia estadounidense ‘secuestrar’ emisiones de vídeo en directo, vía streaming, para espiar su contenido en tiempo real.
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La CIA podía espiar vídeos en directo con CouchPotato
Para comprenderlo mejor, sencillamente tenemos que pensar en una red social o plataforma como Instagram. En el caso de esta, las emisiones en directo pueden ser ‘privadas’, con una visibilidad limitada a la audiencia aceptada, de forma manual, por el emisor. Esto es lo que ocurre en el caso de las cuentas privadas, que sus contenidos no están disponibles para cualquier usuario. Pues bien, en este tipo de emisiones –de esta u otras plataformas- CouchPotato habría permitido a la CIA espiar el vídeo en tiempo real, mientras está emitiéndose, a través de un sistema de captura de vídeo e imagen –en formatos AVI y JPG- de forma completamente silenciosa.
El sistema se sirvió de FFmpeg para la codificación y descodificación de vídeo e imágenes estáticas, y de la conectividad a través del protocolo RTSP. Lo que WikiLeaks no revela en esta documentación es cómo hacía la CIA para atacar las emisiones en primera instancia. Pero visto lo visto, lo más probable es que CouchPotato se utilizase en combinación con otras de las muchas herramientas de espionaje que, durante años, la CIA ha tenido a su alcance sin que nadie más lo supiera.