“Tomar prestado” el WiFi del vecino, ¿cuestión económica o social?

“Tomar prestado” el WiFi del vecino, ¿cuestión económica o social?

Claudio Valero

Robar o “tomar prestado” el WiFi del vecino es una práctica habitual que ha sido una constante desde el auge de las conexiones inalámbricas. Un reciente estudio de Reino Unido pone de manifiesto las causas por las que se realiza esta acción y la verdadera motivación que nos lleva a los usuarios a ello. La pregunta en este punto es, ¿cuestión económica o social?

Un estudio realizado por el Banco Santander en Reino Unido, pone de manifiesto una realidad de la que muchos hablan. Hasta una de cada siete personas “toman prestado” el WiFi del vecino alegando que no pueden permitirse la contratación de una conexión a Internet para sus casas. Además, en el 5% de los casos, esto supone que también se aprovecha para cotillear sin permiso.

“Tomar prestado” el WiFi del vecino

También se pone de manifiesto que muchos usuarios suelen acercarse a zonas de cobertura de redes WiFi públicas, como cafeterías o bares, para hacer uno de la conexión sin llegar a consumir nada. El porcentaje sube en el caso de las personas con edades comprendidas entre los 18 y los 34 años.

Redes WiFi publicas

Otro aspecto preocupante lo encontramos en que el 3% de los encuestados se conectan a redes WiFi abiertas que encuentran en las zonas donde navegan sin prestar demasiada atención a las consecuencias. Como sabemos, esta es una de las principales formas de actuar para robar datos o infectar dispositivos.

Casi el 20% de los usuarios tienen preocupaciones por la seguridad, aunque no dudan en usar los puntos de acceso WiFi públicos si tienen que hacer algo importante, como revisar sus redes sociales (Facebook) o descargar cupones de descuentos de tiendas y restaurantes. El problema viene cuando estas mismas personas también realizan transacciones financieras.

El Banco Santander explica que los precios de la banda ancha fija y de la telefonía móvil ha crecido considerablemente en los últimos 10 años, lo que ha añadido “presión financiera” sobre los usuarios. El móvil es un elemento crucial en la actualidad y muchos buscan ahorrar algún dinero con el uso de conexiones públicas o de otras personas.

Desde el Banco Santander recuerdan que, bajo ningún concepto, debemos realizar transacciones financieras en redes públicas ni debemos hacer otras operaciones que impliquen el uso de contraseñas y nombres de usuarios. En caso de extrema necesidad, utilizaremos un servicio VPN y activaremos siempre la autenticación en dos pasos.