Telefónica da otra puntilla a las cabinas

Telefónica da otra puntilla a las cabinas

Claudio Valero

No vamos a descubrir nada si decimos que las cabinas telefónicas no pasan por su mejor momento. El auge de los teléfonos móviles y de Internet ha relegado a la última posición a estos dispositivos que tan buen servicio nos han dado durante décadas. Lejos quedó eso de buscar una cabina cuando salimos fuera de casa y la realidad es muy diferente ahora mismo. Por eso, las cabinas se enfrentan a su desaparición y ahora han vuelto a recibir una nueva puntilla de parte de Telefónica.

Nadie quiere quedarse con las cabinas ni las guías telefónicas, esa es la cruda realidad a la que se enfrentan estos objetos que ahora parecen (y son) de otra época. En el año 2000 teníamos unas 50.000 cabinas en toda España y ahora quedan menos de 17.000. Además, el coste de su mantenimiento ha aumentado hasta más de un millón de euros por el deterioro o el vandalismo, triplicando el presupuesto de 2012.

Ningún operador se hace cargo de ellas e incluso la CNMC ha realizado un informe a petición del Ministerio de Industria, Energía y Turismo analizando la situación competitiva de los elementos que integran el servicio universal. Aquí se observa como el 88% de los consultados nunca ha utilizado una cabina. Pese a ello, se aprobó seguir obligando a Telefónica a su gestión y mantenimiento, al menos durante 2017 y con posibilidad de llegar a 2018.

cabina telefónica madrid

Actualmente, la ley sigue obligando a que exista una cabina como mínimo en cada municipio de 1.000 o más habitantes, añadiendo una unidad extra por cada 3.000 habitantes más. Opcionalmente y según las circunstancias, las localidades de menor población pueden instalar una. El problema es que en más de la mitad no se realiza ni una llamada.

Telefónica da otra puntilla a las cabinas

Según nos cuenta Santiago Millán en Cinco Días, Telefónica ha decidido absorber la mítica filial Telefónica Telecomunicaciones Públicas (TTP) dedicada a la gestión de las cabinas y los teléfonos públicos. La compañía española se quedará con todos los activos y el patrimonio de la misma dentro de su plan de reorganización, simplificación y eficiencia.

El servicio telefónico de las cabinas ahora será prestado directamente por Telefónica, quien ya cuenta los días para que termine su obligación de seguir manteniendo una obligación enmarcada dentro del servicio universal. Por el momento, debe seguir esperando a que el Gobierno decida que esta obligación no debe formar parte del servicio universal.