Uno de los grandes problemas que afectan actualmente a los teléfonos inteligentes es el relativo a la batería. La autonomía es la gran pega que ponen los usuarios, constantemente, a sus dispositivos móviles. Y en un intenso proceso de desarrollo de sus tecnologías, los fabricantes están trabajando sobre la densidad de carga, la eficiencia energética del hardware y los sistemas de carga rápida. Pero también hay fabricantes independientes, como el que nos ocupan, que proponen soluciones alternativas como, por ejemplo, un cargador portátil que genera electricidad con el movimiento, de tal manera que podamos olvidarnos de los enchufes.
El que nos ocupa es un dispositivo que genera electricidad con el movimiento, con un sencillo giro de muñeca, y que permite aprovechar esta energía eléctrica para almacenarla en su propia batería, o bien para alimentar directamente al dispositivo al que esté conectado. La idea es tan sencilla como que el dispositivo cuenta con un sistema que convierte el movimiento en electricidad, convierte la energía cinética en eléctrica, de tal manera que podemos llevarlo encima cuando vamos corriendo –por ejemplo-, y que vaya generando electricidad sin ningún tipo de esfuerzo. Además tiene su propia batería que se va cargando y se almacena para después conectar el equipo.
Un cargador de móvil portátil que crea su propia electricidad con el movimiento
Esta energía almacenada podemos utilizarla para cargar el móvil, la tablet o cualquier otro dispositivo como, por ejemplo, una cámara de vídeo de acción o similares. En definitiva, exactamente lo mismo que podríamos hacer con cualquier otro cargador portátil, en tanto que además del sistema de ‘transformación’ de la energía, cuenta con un puerto USB que sirve para conectar este tipo de aparatos. Y evidentemente, también cuenta con un conjunto de LEDs que sirve para comprobar la carga restante y saber, aunque de una forma ligeramente imprecisa, qué autonomía puede prestar al dispositivo al que se vaya a conectar. Lo que no sabemos, sin embargo, es cuál es la capacidad de carga en mAh.
Según ha explicado el creador detrás de este invento, el equipo cuenta con un rotor interno que acelera su velocidad de forma progresiva con el movimiento de la muñeca, con una velocidad de 5.000 rpm de media durante el movimiento constante que le permite obtener gran cantidad de electricidad. Los datos concretos no los revela la fuente, pero sí explican que tarda de 40 minutos a 1 hora en cargar un teléfono inteligente iPhone de forma completa.
Y aunque es un dispositivo innovador, además de útil especialmente para los usuarios más aventureros, que más difícil tengan encontrar un enchufe durante algún tiempo, lo cierto es que no es demasiado barato. En el proyecto de crowdfunding del que ha salido ha conseguido recaudar más de 50.000 dólares en un tiempo inferior al esperado, pero ha sido a costa de un precio de 100 euros aproximadamente, al que llegará en marzo de 2017. De momento, por apenas 70 euros sigue estando disponible de forma limitada.