La semana pasada explicábamos cómo evitar que otras personas que hacen uso de nuestro ordenador puedan descargar archivos desde el navegador web para así evitar la descarga de ciertas aplicaciones o la llegada de malware a nuestro equipo por esta vía. Hoy en día son muchos los que comparten un mismo PC con diferentes personas, como sus padres, hermanos o compañeros de piso, y de ahí que exista el riesgo que unos u otros descarguen ciertas aplicaciones o complementos que puedan afectar al funcionamiento normal del equipo.
Aunque es interesante controlar quién puede descargar archivos desde el navegador, la gran importancia y uso hoy en día de los navegadores web, hace que sea interesante controlar también el uso e instalación de extensiones en el propio navegador. Un software al que cada vez se acude más para añadir nuevas funciones al navegador web, pero sobre todo a Google Chrome, ya que es el navegador más utilizado en todo el mundo y el que cuenta con un mayor número de extensiones disponibles para sacarle un mayor partido.
Sin embargo, cuando compartimos PC, puede que el uso e instalaciones de extensiones sea algo que el propietario quiera controlar y así evitar que cualquiera pueda hacer uso de ciertas extensiones o que alguien pueda instalar otras que no sean las más adecuadas. Dato que Google Chrome es el navegador web más utilizado hoy en día, vamos a mostrar a continuación cómo impedir que otro usuario pueda usar o instalar extensiones de Google Chrome en nuestro PC.
Lo primero que tenemos que hacer es iniciar sesión en el equipo como administrador y tener acceso al perfil de usuario de chrome al que queremos restringir la instalación y ejecución de extensiones de Chrome. Lo siguiente es ir hasta la ubicación de ese perfil, que será C:UsersUsuarioAppDataLocalGoogleChromeUser Datanombreperfilusuario. Una vez ahí, encontraremos la carpeta Extensions, nos ponemos sobre ella y pulsamos con el botón derecho del ratón para acceder a sus propiedades desde las opciones del menú contextual.
Esto nos abrirá una nueva ventana en la que tenemos que ir a la pestaña de Seguridad y donde debemos seleccionar el usuario al que queremos bloquear el uso e instalaciones de extensiones en Google Chrome. Una vez seleccionado el usuario, pulsamos sobre el botón Editar para acceder a los permisos que ese usuario tiene asignados para la instalación y ejecución de extensiones en el navegador de Google.
Como podemos ver, por defecto tiene asignados todos los permisos y por lo tanto, lo que debemos hacer es marcar todas las casillas de Control total, modificar, lecturas y ejecución, etc, para denegar los permisos sobre esta carpeta y así evitar que pueda tanto usar como instalar nuevas extensiones en el navegador.
A continuación, pulsamos sobre el botón Aplicar para que los cambios se hagan efectivos y Aceptar para cerrar la ventana, aunque antes es probable que tengamos que aceptar un mensaje de seguridad del sistema para confirmar que queremos cambiar la configuración del usuario. Al finalizar todo el proceso, podremos ver cómo el usuario cuando inicie sesión en el equipo y abra una ventana de Google Chrome, las extensiones aparecerán desactivadas y en caso de que quiera instalar alguna nueva se encontrará también con un error.