Los coches que salen al mercado cada vez están más conectados a Internet. Ya sea con conexiones de datos, convirtiéndose en puntos de acceso Wi-Fi, o funcionando con tethering a través de nuestro móvil. Coches enteramente eléctricos, como los Tesla, pueden estar una noche entera funcionando con el aire acondicionado encendido, o en un futuro podrían convertirse en puntos de acceso Wi-Fi para ganar dinero mientras está aparcado.
Los agentes más importantes en este cambio son los operadores, que verán aumentar sus fuentes de ingresos debido al aumento de los coches conectados en la próxima década, gracias a que los usuarios necesitarán tarifas de datos más grandes, o incluso añadir otra línea a su plan.
El mercado de los teléfonos está desacelerando sus ventas, habiendo caído un 6.5% en EE.UU. comparando 2015 con 2014, y en Europa aún más con un 10.8%. Esto se debe a que los teléfonos cada vez presentan menos novedades que atraigan a los usuarios a cambiar de teléfono, y alargan el tiempo que están sin comprar uno.
Es por ello que los grandes operadores, sobre todo en EE.UU. con Verizon y AT&T, están innovando en sectores como el Internet de las Cosas y las comunicaciones autónomas entre dispositivos como los coches.
Otros sectores que se verían beneficiados de estos sistemas son las ‘gasolineras’. Teniendo que parar entre 30 y 60 minutos para que cargue el coche, es el momento perfecto para comer algo, o visitar un centro comercial, incentivando el consumo.
A nivel mundial, se espera que haya 250 millones de coches conectados tan sólo dentro de cuatro años, en el 2020. Es por ello que quien sepa desarrollar una aplicación que mezcle la interconectividad del hogar, del teléfono, y del coche, se llevará de primeras una gran parte del mercado. Al igual que con WhatsApp, el primero en llegar es el que se lleva la mayoría de clientes. Dentro de cuatro años, la conectividad en los coches será un estándar, tal y como es ahora el GPS o el Bluetooth.
Cuatro claves en los coches conectados
Los coches conectados crearán un mercado nuevo, al igual que lo hicieron los smartphone en su momento. A pesar de esto, hay unas cuantas diferencias en ambos:
- Anuncios: Los coches dentro de una década serán prácticamente autónomos, con lo que el usuario podría recibir anuncios de los operadores en la pantalla del vehículo a cambio de tarifas reducidas o cargas gratis. En el móvil esto es casi anecdótico, mientras que el coche puede tener varias pantallas conectadas o hacer uso de realidad aumentada en sus ventanas.
- Procesadores potentes: NVIDIA es quien más centrada está en esta tecnología, con sus ordenadores de a bordo NVIDIA Drive PX 2. Estos procesadores son mucho más potentes que los de los móviles
- Consumo eficiente: La batería de los coches dura en la actualidad lo mismo en equivalencia a la de los móviles (unas 5 horas de uso), pero el coche permite cargar el teléfono con una pequeñísima fracción de la carga que es capaz de almacenar.
- Problemas de seguridad: Hackear un móvil es grave, pero hackear un coche podría poner en riesgo nuestra vida.