En la mayoría de países desarrollados gozamos de un Internet sin restricciones y donde reina la libertad de expresión, siempre y cuando no haya apología del terrorismo ni de la violencia, o violación de leyes como la propiedad intelectual. Básicamente, que tus palabras y acciones no influyan en la libertad de otras personas. En otros países del mundo, por desgracia, los temas de los que pueden tratar en la red están limitados, como puede ser la propia política, y el Tribunal de Derechos Humanos de las Naciones Unidas así lo reflejó el pasado viernes.
Este Tribunal aprobó una resolución para promover la protección de los derechos sociales, civiles, humanos, y de desarrollo en muchos países donde esto no se cumple, y mucho menos en Internet. La libertad de expresión de ideas es un derecho que viene recogido en varias leyes aprobadas por este organismo, entre las que se encuentran algunas aprobadas en 2012 y 2014 que hacen especial referencia a estos derechos en Internet, además de la de 2015 que hace referencia al derecho al anonimato y al cifrado de nuestra identidad.
Esta resolución vino iniciada conjuntamente por países como Estados Unidos, Suecia, Nigeria o Brasil, debido a que en los últimos años hemos visto como en algunos países del mundo se censuran las opiniones de los ciudadanos, e incluso se les puede llegar a condenar por ello, como es el caso de algunos países como Arabia Saudí, Brasil, Turquía o Túnez. En esta serie de países también han bloqueado ciertas partes de Internet enteras, como en el caso de Brasil, que intentó bloquear WhatsApp, haciendo así que muchos usuarios migraran masivamente a Telegram. En Rusia y Venezuela, se censuran opiniones políticas en contra de los gobiernos.
Estos bloqueos masivos de Internet se han dado en los últimos meses en países como Irak, que cerró Internet en mayo para evitar que los jóvenes hicieran trampas en los exámenes. Y por no hablar de China, que tiene bloqueadas redes sociales como Twitter, Facebook, Google+, Dropbox, servicios como WhatsApp, e incluso, las propias webs que hablan sobre los derechos humanos, como el Observatorio de Derechos Humanos. Peor es el caso de Corea del Norte, en cuya Intranet, si buscas “derechos humanos” (en coreano o inglés), no aparece ningún resultado.
La mayoría de países que se opusieron a esta enmienda han aplicado censura en algún momento en Internet, como China, Rusia, Cuba, India, Venezuela, Qatar o Arabia Saudí. Estos países rechazaron el lenguaje utilizado en cuatro de los artículos, y propusieron enmiendas donde se utilizaban palabras como “sin importar las fronteras”, “desde cualquier dispositivo”, o “con el objetivo de favorecer los derechos humanos”.