Google es una compañía que gana mucho dinero en nuestro país. Durante los últimos años, tanto España como la Unión Europea han establecido reglas más recias contra ciertas compañías que no pagaban impuestos en España, como Amazon, que lo hacía en Luxemburgo. Otras, como Apple, también evaden impuestos gracias a tener su sede en Irlanda.
Hoy hemos sabido que efectivos de la Agencia Tributaria han entrado esta mañana para registrar oficinas de Google en nuestro país. En concreto, dos de ellas situadas en la Torre Picasso y en el Campus de Google, en pleno centro de la capital española.
Esta investigación está relacionada con posibles indicios de evasión fiscal de la compañía de Mountain View en nuestro país. Google lleva años en el punto de mira de la Hacienda española debido al sistema tributario que utiliza, igual que el de Apple. Ambas compañías utilizan un entramado mediante el cual su sede en Irlanda vende los productos a la filial española a un precio, pongamos 9, y en España lo vende a 10. Por tanto, en España sólo tiene que tributar por ese 1 de diferencia, ya que el producto fue vendido por Irlanda, y debe tributar allí.
De esta manera, estarían reduciendo artificialmente su cifra real de negocio en España, y evadiendo impuestos que tendrían que estar pagando en nuestro país, repercutiendo en beneficios para nuestro Estado y la sociedad española en general. De ser por este motivo la investigación, Apple podría también verse afectada en futuras investigaciones.
En concreto, los impuestos que ha dejado de pagar Google en España son el IVA y el impuesto de no residentes.
Como hemos comentado anteriormente, también la Comisión Europea lleva meses detrás de estas argucias de ingeniería fiscal que están llevando a cabo grandes multinacionales en Europa. En Francia, por ejemplo, las oficinas de Google fueron registradas el mes pasado por utilizar estos métodos de evasión fiscal. Francia reclama una cuantía de 1.600 millones de euros. La filial francesa, al parecer, no sólo evade los impuestos a través de Irlanda, sino que de ahí lo llevaría a paraísos fiscales.
También en otro país europeo (por poco tiempo), Reino Unido, Google acordó pagar a la Hacienda británica pagar 130 millones de libras, unos 172 millones de euros, en concepto de impuestos atrasados, y la denuncia por posible evasión de impuestos no fue a más. A partir de ese acuerdo, Google también aceptó cotizar y pagar todos sus impuestos obtenidos en concepto de publicidad en Reino Unido.