Como la mayoría de vosotros ya sabréis, el protocolo BitTorrent es sin duda alguna el más extendido y utilizado hoy día para realizar descargas de ficheros Torrent en Internet a través de las conocidas como redes P2P.
Para que os hagáis una idea del extendido uso que este protocolo que os hemos mencionado tiene, solo en Europa el tráfico que generó este protocolo el pasado año supuso casi el 8,5% de las conexiones totales en el viejo continente. Cuando se habla de BiTorrent en seguida muchos de los usuarios lo relacionan con las descargas de contenidos sujetos a derechos de autor, es decir, ilícitos, aunque lo cierto es que además de para esas tareas, BitTorrent también es muy usado para el intercambio de ficheros de todo tipo entre usuarios.
El caso es que este conocido protocolo, cuando funciona en redes P2P (Peer to Peer), ofrece dos principales ventajas al usuario con respecto a otro tipo de conexiones. Por un lado cabe destacar que con su utilización se logra descentralizar los contenidos que se comparten, ya que estos no se encuentran almacenados en un único servidor, tal y como ocurre en otros muchos casos. Por otro lado diremos que también intenta consumir el menor ancho de banda del usuario optimizando tanto las subidas como las bajadas de contenidos.
La diferencia de este protocolo con respecto a las conexiones a Internet convencionales estriba principalmente en que, cuando nos conectamos a una web cualquiera, generalmente lo estamos haciendo a un solo servidor. Lo mismo ocurre cuando llevamos a cabo descargas convencionales de estas webs, sin embargo, al realizar una descarga a través de BitTorrent, no estamos haciendo la petición a un único servidor, sino que se la estamos realizando a una red de ordenadores y servidores que ya disponen de al menos parte de ese contenido que deseamos bajar. Por lo tanto, en lugar de hacer una única petición a una determinada IP, hacemos multitud de ellas a diversas direcciones.
De este modo, cuando descargamos un fichero torrent, en primer lugar ejecutamos el correspondiente programa que hace de interfaz de conexión, por ejemplo, el extendido uTorrent, donde cargamos el fichero torrent que va realizar la petición de descarga y con el que especificamos el contenido en el que estamos interesados. A continuación, esta herramienta se encarga de localizar todos aquellos ordenadores y servidores que tengan ese mismo contenido, ya sea completo o al menos una parte.
Para terminar, una vez localizado el fichero o ficheros, el propio software de descarga funcionando con el protocolo BitTorrent se encarga de coordinar la descarga por partes de esa información tomando como fuentes todas las IPs anteriormente localizadas. Del mismo modo nuestro propio ordenador en ese momento también se convierte en una nueva parte de esa red P2P para que otros usuarios de la misma puedan acceder y tomar partes de los contenidos que tengamos compartidos.