Estos son los delitos informáticos que podrías estar cometiendo sin saberlo
Sin saberlo, podemos estar cometiendo delitos cuando realizamos algunas acciones que se han estandarizado como “normales”. Cosas que muchos hacen sin pensar en las consecuencias, como revisar el móvil de nuestra pareja o entrar en el perfil de una red social de otra persona, pueden suponernos un problema importante con la Ley. Vamos a repasar los delitos informáticos que podríamos estar cometiendo sin tener conocimiento de ello.
Al menos es lo que nos explican desde Aldama Informática Legal, dedicados al peritaje informático. Carlos Aldama, perito informático y director de la compañía, nos cuenta que es muy común incurrir en delitos en redes sociales o Internet sin saberlo. La descarga de películas o música es una actividad ilegal, algo que todos tenemos bastante claro pero además, si luego compartimos esos archivos, estamos incurriendo en otro delito de distribución de material protegido. Es decir, al cometer un delito conocido estamos conociendo otro en el que no pensamos a priori.
Nos alertan de la necesidad de ser conscientes de los riesgos que tomamos al realizar diversas acciones en la red, ya que casi todos los cibercrímenes son fácilmente rastreables. Al aumentar nuestra presencia en la red, también aumenta la posibilidad de competer un delito informático y debemos andar con pies de plomo en este terreno o denunciar delitos en Internet si los estamos sufriendo. Por si acaso, os contamos los que podrías estar cometiendo en estos momentos sin saber que están castigados por Ley:
Espiar el móvil de la pareja
Lo que muchos consideran “normal” y realizan por celos o desconfianza, es un delito. Aldama nos explica que cotillear los emails, los WhatsApp o los SMS de terceras personas atenta contra el secreto de las comunicaciones y la intimidad. Un claro ejemplo lo vemos en una reciente condena donde una persona terminó en la cárcel por espiar el WhatsApp de su pareja.
Grabar sin consentimiento
Esto es bastante de sentido común pero en ciertas situaciones nos solemos olvidar de ello. Grabar a tu pareja siéndote infiel para aportarlo como prueba, filmar escenas de cibersexo o guardar fotos intimas son causas que, sin consentimiento, suponen delitos que pueden acabar con multas e incluso cárcel.
Suplantar la identidad
Puede ser muy gracioso el hacerse pasar por otra persona en redes sociales, en chats o en llamadas pero es algo que puede generarnos un importante problema. En general, si buscamos aprovecharnos de la suplantación puede llegar a considerarse un delito.
Amenazas en redes sociales
Nos escondemos detrás de un perfil de una red social y nos creemos con la potestad de insultar a todo el mundo e incluso amenazar a personas por sus comentarios. Los famosos, políticos y deportistas son el principal foco de estas amenazas. Esto es algo que muchos hacen pero pocos saben que pueden tener problemas con la justicia. En España tenemos varios casos registrados.
Revelar secretos
Publicar un secreto o una intimidad de una persona en las redes sociales o enviarlo por mensaje a terceros, aunque sea un amigo o conocido, se puede considerar un delito. Como siempre, se comprobará que no existía consentimiento para ello.
Pedofilia
Uno de los delitos más graves que podemos llevar a cometer es el de la descarga de material de Internet que incluya contenido contenido pedófilo. Si lo hemos hecho sin darnos cuenta, el peritaje informático tendrá que trabajar para demostrarlo, sobre todo para probar si los documentos han sido visionados.
Así pues y como siempre decimos, el sentido común es lo más importante. Las mismas cosas que son delito en la calle lo son en Internet y escondernos tras una pantalla no nos hace inmunes. Las redes sociales son un gran avance pero también lugares donde, sin querer, podemos estar realizando acciones no permitidas por la Ley y lastimando a terceras personas.