Una semana con Windows 10: Por qué me lo voy a quedar, pero no pagaría por él
Ya está. Ya llevamos una semana con Windows 10 instalado en nuestros ordenadores los que, el primer día, y a primera hora, actualizamos desde Windows 7 o Windows 8 de forma gratuita. Mi caso es algo diferente, pues venía de probar la Technical Preview desde su lanzamiento, pero también podría volver a Windows 8.1. Como opinión personal, te explico por qué voy a quedarme en Windows 10, pero no habría pagado por instalar esta versión en mi PC.
En enero, Microsoft hablaba por primera vez de Windows 10 en un evento dedicado al sistema operativo, y en él desvelaba algunas de las características esenciales. Es decir, pudimos ver la nueva interfaz, el menú de inicio y otros cambios que no sorprendieron demasiado porque, a fin de cuentas, forman parte de las renovaciones cíclicas de todo sistema operativo. El menú de inicio, de hecho, sólo ha sido recuperado de lanzamientos anteriores y adaptado a estos tiempos. Sin embargo, más tarde pudimos ver cómo Cortana, el asistente virtual antes exclusivo para móviles, se integraría también en sistemas de escritorio. Y hablando de escritorios, la opción de múltiples escritorios tampoco ha llegado como sorpresa, sino sólo como una función que se echaba de menos, al menos para los que han probado Mac OS X o algunas distribuciones de GNU/Linux que ya lo incluyen hace tiempo.
Hay más, claro que hay más, como el navegador web Microsoft Edge que ha enterrado a Internet Explorer, que lo merecía, y ha entregado a los usuarios una experiencia de navegación web muy superior, cercana a la de Google Chrome o Mozilla Firefox, pero con algunas limitaciones mayores en la personalización y adición de funciones, gracias a las extensiones y plugins.
Esto no merece que actualice a Windows 10
Las mencionadas anteriormente son algunas novedades interesantes, pero que por uno u otro motivo no justifican con fuerza el cambio al nuevo sistema operativo. Quizá porque ya habíamos visto cosas así en software homólogo, salvo en el caso de Cortana, o quizá porque, en sí mismas, no son novedades tan atractivas. Y no podemos evitar decir que añaden utilidades interesantes al sistema, claro que sí, pero ya podíamos añadir todas estas funciones a nuestros ordenadores con algunas modificaciones.
- Menú de Inicio: Start8.
- Multi-escritorio: Multi-tabber.
- Cortana: AV Jarvis.
- Navegador: Google Chrome, Mozilla Firefox…
Algunos potentes cambios en Windows 10
Más allá de estos «pequeños cambios» que podemos percibir en Windows 10 desde el primer arranque, que para algunos ya pueden parecer motivos suficientes para desembolsar más de 120 euros por una licencia de Windows 10, hay algunas cosas realmente interesantes del sistema operativo que, para quien escribe, sí justificarían ese desembolso.
En primer lugar, Windows 10 será realmente atractivo para los usuarios del mismo sistema operativo en su versión para móviles. Microsoft ha modificado el kernel de sus sistemas para crear un entorno universal, y esto quiere decir que la interfaz de sus aplicaciones se adapta a los diferentes dispositivos, pero es exactamente la misma aplicación. Esto quiere decir que, si tenemos un terminal móvil firmado por Microsoft, disfrutaremos de más y mejores aplicaciones con Windows 10, con respecto a versiones anteriores.
Por otro lado, Windows 10 está pensando para convivir también con el sistema de entretenimiento Xbox One de Microsoft. Así, la firma americana se ha coronado lanzando un sistema de juego en streaming que nos permitirá utilizar el PC como si de la propia Xbox One se tratase, en todos los aspectos. Como es evidente, para esto hace falta una conexión algo potente.
Y si seguimos hablando de videojuegos, la introducción de DirectX12 es, sin duda, todo un salto cualitativo para la calidad de los gráficos, algo que, por supuesto también se va a notar en aplicaciones avanzadas dedicadas al vídeo y el diseño en tres dimensiones, pero que disfrutaremos mucho más en los títulos de Xbox One. Sin duda, Microsoft ha decidido dar un importante empujón a su videoconsola con este nuevo sistema operativo.
Me quedo en Windows 10, pero no pagaría por él
Si buceamos por Windows 10, como podréis imaginar, encontraremos algunos otros pequeños cambios y novedades. En realidad, son muchas las modificaciones con respecto a Windows 7 y Windows 8. Ahora bien, con las anteriores tenemos concentradas, probablemente, las novedades más destacables para el perfil más amplio de usuarios. Y según estas, como adelantaba, mi criterio personal me habría impedido desembolsar los más de 120 euros de la licencia básica de Windows 10. ¿Por qué? Porque, como ya adelantaba, algunas de las novedades más útiles se pueden conseguir en Windows 7 y Windows 8 con simples aplicaciones instaladas. Ahora bien, como dice el refrán, «a caballo regalado no le mires el diente», y en mi caso he podido instalar Windows 10 gratis, luego me quedo con él.