Desde hace tiempo la policía lleva advirtiendo a los usuarios de las nuevas tecnologías, que la conducta delictiva a través de estas vías es igual de punible que a través de medios más tradicionales. Así ocurre por ejemplo con el acceso no autorizado a información privada o la revelación de secretos, que es lo que ha llevado a un joven de 21 años a aceptar una pena de cárcel de 1 año por quitarle el móvil a su expareja a la fuerza y ver las conversaciones privadas de WhatsApp.
La reforma del código penal ha puesto los puntos sobre las íes en muchos casos que tenían Internet y las nuevas tecnologías como trasfondo y que hasta el momento tenían un vacío legal al no existir ni legislación previa ni jurisprudencia. El caso del uso incorrecto de WhatsApp es uno de los más polémicos debido a su uso tan extendido entre la población, con más de 1.000 millones de usuarios activos al mes y el último ha afectado a un joven de Elche de 21 años. El acusado, habría propinado un empujón en plena calle a su exnovia y le habría quitado el móvil para huir con él y leer sus conversaciones privadas. Posteriormente, la joven puso una denuncia por estos hechos en la comisaría de la Policía Local y los agentes localizaron al joven con el móvil.
A pesar de que en un primer momento se solicitaban 2 años y nueve meses por los delitos de maltrato debido a un empujón y revelación de secretos, finalmente el chico ha aceptado una pena de prisión de 1 año por arrebatarle el móvil a su exnovia y consultar las conversaciones privadas de WhatsApp. Es curioso que el Ministerio Público había solicitado 9 meses por el empujón, pero finalmente se ha terminado imponiendo un castigo de 31 días de trabajados para beneficio de la comunidad, menor al de la pena por revelación de secretos.
WhatsApp como herramienta para delinquir
En cuanto a la pena por leer el WhatsApp de su expareja sin permiso, este hecho ha hecho aumentar la pena y finalmente se ha negociado aceptar un año de prisión, que por falta de antecedentes no cumplirá, y una multa de 2 euros al día durante 12 meses. No es la primera vez que hemos contado como WhatsApp puede ser la puerta a cometer actos delictivos. Desde acoso a casos de abuso de menores pasando por la piratería informática, muchas son las excusas que han llevado a delinquir con el uso de esta app móvil, pero las autoridades están cada día más prevenidas al respecto y con este tipo de sentencias, se espera que la ciudadanía tome conciencia de la gravedad de algunos usos incorrectos de la aplicación de chat instantánea más popular del mundo.
¿Qué os parecen las penas de prisión por leer el WhatsApp de otra persona?