Son ya varios los operadores que han comenzado a subir la velocidad de sus conexiones por encima de 100 megas pero por una cosas o por otras, es posible que no seamos capaces de navegar al máximo ni siquiera conectados por cable. Por ello, deberemos revisar los cuatro puntos básicos que nos aconsejan nuestros compañeros de RedesZone.
La fibra óptica se ha puesto a 300 en España y son varios los operadores que se han apuntado a estas subidas de velocidad. Tenemos a Euskaltel con 350 megas, Movistar, Vodafone y Telecable con 300 megas y Orange, Jazztel y R con 200 megas. Para aprovechar al máximo estas conexiones debemos cumplir unos requisitos, ya sea por cable o por WiFi. Sobre conexiones inalámbricas, os contamos todo lo necesario hace unos días para exprimir los 300 megas de Movistar.
Lo primero que tenemos que hacer si nuestra conexión es de más de 100 megas es realizar un test de velocidad. Con los resultados, nos podemos hacer una idea rápidamente sobre si tenemos algún problema con el equipamiento utilizado. En el caso de Movistar, si obtenemos una descarga de unos 95 Mbps y una subida de 30 Mbps, es probable que nuestra red local no esté funcionando a velocidades Gigabit, por lo que deberemos revisar estos cuatro puntos.
El equipamiento de Movistar o cualquier otra operadora, está preparado para ofrecer velocidades de más de 100 megas. En caso contrario, se habrían puesto en contacto con nosotros para realizar el cambio gratuito por otro compatible. Así pues, si la operadora no nos ha dicho nada, entenderemos que contamos con el equipamiento correcto. Una vez visto esto, comprobaremos el estado del cableado utilizado y su configuración.
Para conseguir navegar a más de 100 megas debemos contar con un cable de red con los cuatro pares de hilos, es decir, que todos los cables estén conectados al conector RJ-45. En la imagen inferior, vemos a la izquierda el cable con las conexiones correctas y a la derecha el cable que sólo nos dejará navegar a un máximo de 100 megas al contar sólo con 2 pares de hilos conectados:
Si utilizamos un switch intermedio, nos aseguraremos que tiene puertos Gigabit Ethernet. Esto puede comprobar en las especificaciones técnicas donde se indicará algo como “10BASE-T / 100BASE-TX / 1000BASE-T“. Si el valor máximo es 100BASE-TX, el switch sólo puede proporcionar 100 megas y será necesario comprar otro modelo compatible.
Para finalizar, el cuello de botella lo podemos encontrar en la tarjeta de red. Aunque la práctica totalidad de los ordenadores modernos ya montan tarjetas Gigabit, comprobaremos que no contamos con una Fast Ethernet. En el Centro de redes y recursos compartidos de Windows, entraremos en Cambiar configuración del adaptador en la zona derecha, seleccionaremos nuestra tarjeta de red y pulsaremos doble clic. En el Estado de Conexión de área local, en la zona Velocidad, deberá marcar 1,0 Gbps. Si marca 100 Mbps, no podremos navegar a más velocidad. Si es un error en la configuración, desde RedesZone nos plantean algunas soluciones.
¿Tenéis problemas para aprovechar los 300 megas?