Una iniciativa para alertar a los usuarios de redes sociales acerca del impacto y divulgación de las fotos de menores en Internet ha generado una fuerte polémica en Flickr. La tienda Koppie Koppie ha diseñado tazas de desayuno con las imágenes impresas de fotos de niños subidas a Flickr en cuentas personales y que se venden de forma legal.
Lejos de lo pueda parecer, los responsables de esta tienda no buscan hacerse de oro con este negocio, ya que los ingresos recaudados van destinados a beneficencia, si no dar un toque de atención a millones de usuarios que día tras día cuelgan en Internet fotografías de menores ya sea en perfiles de redes sociales o plataformas como Flickr. Este acto se hace habitualmente sin pensar que las licencias abiertas sobre los derechos de uso de esas fotografías que en muchos casos estamos aceptando al hacer uso del servicio, pueden suponer que sean divulgadas o usadas en fines comerciales sin ningún pudor y tanto Dimitri Tokmezis como Yuri Veerman, los creadores de Koppie Koppie, avisan acerca del desconocimiento que mostramos al usar muchas de estas plataformas.
La privacidad de los usuarios queda al descubierto
Toda esta iniciativa parte de una campaña de publicidad surgida en Holanda que trata de concienciar a las personas acerca del mal uso de los servicios digitales y la desprotección que causamos sin pretenderlo en nuestra propia privacidad. Tanto en Flickr como en otras redes sociales de fotografía. Cada día, los datos personales de los usuarios adquieren un mayor valor y es por ello que las compañías comercian con este tipo de información de modo que nuevas estrategias de productos y servicios afinen más la puntería al conocer mejor al cliente al cuál van dirigidas.
Las propias redes sociales como Facebook han encontrado en este mercado una nueva fuente de ingresos y en el caso de los usuarios “el precio a pagar son los datos” como afirma el propio Tokmetzis, periodista y fundador de Koppie Koppie. Desde esta tienda online de tazas aseguran que no tardarán mucho a cerrarla ya que el objetivo de llamar la atención respecto a este problema sea logrado pero mientras tanto, cualquier padre que vea a sus hijos aparecer en una de estas tazas, puede solicitar la retirada de la venta del producto.