El piloto asturiano, que se perderá la primera carrera del Mundial de Fórmula 1, lanzó ayer una crítica contra las redes sociales. Valiéndose precisamente de Twitter, Fernando Alonso nos invitaba a reflexionar sobre la «creatividad» que se alimenta en las redes sociales en torno a rumores, supuestas filtraciones y otras informaciones falsas.
Internet, y especialmente la llegada de la banda ancha móvil, nos permiten comunicarnos de una forma mucho más rápida. Prueba de ello es la viralidad que cada cierto tiempo vemos en redes sociales y plataformas de mensajería instantánea. En esta ocasión, precisamente esta rapidez es la que ha jugado en contra del piloto asturiano, que ha vivido cómo se alimentaban todo tipo de bulos en relación con su reciente accidente y su salud.
Como respuesta, podréis verlo en la siguiente captura de pantalla, ha iniciado un «juego» con la evidente intención de hacernos reflexionar sobre las redes sociales y los «nuevos medios de información», una sutil forma de criticar cómo nos comunicamos en las redes sociales y, por otra parte, invitarnos a reflexionar sobre la veracidad de la información en estas plataformas.
Fernando Alonso@alo_oficialEn unos días empieza el campeonato y nos quedamos sin «ciencia ficción». Propongo un juego con RT los + creativos#dondeTeHasDespertadoHoy
06 de marzo, 2015 • 17:48
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Lo que dicen Twitter y Facebook va a misa
El debate que ha abierto Fernando Alonso está teniendo éxito, quizá más del que hubiera esperado el asturiano. Y es que, aunque no lo dice de una forma explícita en sus publicaciones, el piloto de McLaren también considera peligrosa la forma en que se trata la información a través de redes sociales como Twitter, la que él mismo utiliza para este juego, o Facebook entre otras.
Evidentemente, lo que se publica en Twitter o Facebook como información real no necesariamente lo es. El caso de Fernando Alonso es más reciente, pero ya hemos visto en multitud de ocasiones cómo Facebook se convierte en un cebo para estafas, engaños y robos. De hecho, también a través de Twitter, la Policía Nacional alerta cada cierto tiempo de que «no debemos creernos todo lo que nos envían». El riesgo es evidente, pero el filtro tenemos que ponerlo los usuarios de estas plataformas.