Estudiantes controlados por cámaras ¿necesidad educativa o ataque contra la privacidad?

Estudiantes controlados por cámaras ¿necesidad educativa o ataque contra la privacidad?

David Valero

La Universidad de Harvard, uno de los centros educativos más prestigios a nivel mundial tiene en pie de guerra a muchos de sus estudiantes por lo que ellos consideran un ataque flagrante a su privacidad. Esta institución ha puesto en marcha un nuevo mecanismo para controlar la asistencia del alumnado a las clases, consistente en la instalación de una red de cámaras secretas sin informar previamente a los propios estudiantes.

Numerosos medios en Estados Unidos se hicieron eco de esta noticia a finales de la semana pasada y por lo que parece aún va a levantar mucha polvareda, debido al debate que se genera en torno al uso de este tipo de sistemas de cámaras de vigilancia en los lugares públicos. Dejando de lado el aspecto legal del mismo, que marcará en cada país las pautas a las que pueden acogerse estos sistemas de vigilancia, queda bajo el foco de la opinión pública la necesidad de preguntarse si todo vale a la hora de controlar la asistencia del alumnado. Como en Harvard, recurrir a cámaras para grabar a los estudiantes, sin que estos lo sepan, como forma de monitorizar la asistencia general de los alumnos a clase no parece a priori que sea el método más adecuado.

Harvard ha probado un nuevo sistema de cámaras de video vigilancia para controlar la asistencia a clase

Desde hace algunos años, los centros educativos han ido mejorando su sistema de control de asistencia, mediante el uso de tecnología, para hacer más fácil al profesorado controlar que estudiantes han faltado y llevar un mejor control de la evaluación continua. En el caso de centros de estudios superiores, la compatibilidad con la vida laboral y los sistemas de evaluación más basados en la obtención de resultados finales, hace que la asistencia a clase no sea tan controlado como en otros centros, aunque si bien en los privados, pueden ceñirse a reglamentos y evaluaciones internas como ocurre en el caso de Harvard.

cámaras

El Gran Hermano llega a las aulas en Harvard

Pero lo grave del caso de la universidad americana reside en el hecho de que los propios alumnos no tenían constancia de que estaban siendo grabados en las clases, por lo que muchos de ellos consideran que el centro ha invadido su intimidad de forma abusiva. Según Harvard, este sistema de cámaras sólamente analizaba la afluencia de estudiantes y la cantidad de sitios vacantes en las clases, sin identificar a los alumnos. Al menos 2.000 estudiantes han sido vigilados por estas cámaras en las zonas comunes de las facultadas, las aulas y alrededores de la universidad.

Parece que todo ha sido parte de este nuevo sistema de cámaras que ha sido puesto a prueba pero que de ser consultado, no parece que vaya a contar con el beneplácito de los estudiantes para poder ponerse en práctica de forma habitual y normalizada en un futuro.

¿Estáis a favor de introducir sistemas y cámaras de vídeo vigilancia como forma de controlar la asistencia y mejorar la educación?