Un clon de Flappy Bird diseñado para robar fotografías íntimas

Un clon de Flappy Bird diseñado para robar fotografías íntimas

Carlos González

Cuando instalamos software en nuestro teléfono inteligente o tableta Android, en este caso una aplicación, el sistema operativo nos devuelve información sobre los permisos que se solicitan. Aunque aquí se muestran estos datos, la gran mayoría de usuarios no paran a comprobar que puede robarnos toda nuestra galería de imágenes almacenada en el smartphone.

Recientemente pudimos ver cómo un agujero de seguridad del servicio de almacenamiento remoto de Apple, iCloud, era aprovechado para robar a cientos de famosas sus fotografías privadas e íntimas. Lejos de ser necesaria la «fuerza», o la «astucia» para robar fotografías almacenadas en un teléfono inteligente, también es sencillo engañar a los usuarios con imitaciones de videojuegos, más tratándose de Flappy Bird, que consiguió millones de descargas en tan solo unas semanas. Aunque ya habíamos visto cientos de clones de Flappy Bird, el que nos ocupa en estas líneas es quizá más peligroso, puesto que no atenta contra nuestro teléfono inteligente o tableta y su estabilidad, sino directamente contra la privacidad del usuario.

¿Cómo? Fácil. Copias por completo un videojuego, lo cual no requiere de demasiados conocimientos tratándose de Flappy Bird y, sobre él, incluyes scripts que se ejecutan en segundo plano y tienen por función el envío de todas las fotografías almacenadas en un teléfono inteligente o tableta hacia un servidor remoto, donde ya quedan bajo el dominio del desarrollador de la aplicación.

cuerpo-flappy-bird-mail

El desarrollador de la aplicación en cuestión pidió ayuda, y es que no quería publicar la aplicación a través de su cuenta de desarrollador, porque tenía pleno conocimiento de que acabaría perdiéndola. Por ello, solicitó ayuda económica para la creación de una nueva cuenta de desarrollador y, como forma de compensación, ofreció el «material» que consiguiera con esta aplicación, es decir, fotografías. Pero, ¿qué podría sacar él de este «robo de fotografías«? Pues, teniendo en cuenta que la app incluiría un sistema de recolección de fotografías y el sistema clásico de publicidad, ya tenemos la clave: dinero y fotografías (probablemente íntimas). Y teniendo en cuenta que el Fappy Bird original generaba aproximadamente 38.000 euros diarios, no es difícil creer que habría sido un negocio redondo, aunque por suerte no ha terminado viendo la luz su aplicación.