Las cabinas se convertirán en puntos de acceso WiFi para crear una gran red

Las cabinas se convertirán en puntos de acceso WiFi para crear una gran red

Redacción

Las cabinas telefónicas han quedado en desuso con la llegada de los teléfonos móviles. Las alternativas para reutilizarlas han empezado a surgir, como por ejemplo la que se da en Nueva York, donde pasarán a ser puntos que ofrezcan conexión WiFi a los ciudadanos.

Parecen vestigios de otra época pero si echamos la vista atrás, no hace tanto tiempo tuvieron una gran utilidad. Nos referimos a las cabinas telefónicas, instalaciones que aún perduran en las calles de las ciudades por todo el mundo. Aunque muchas de ellas han sido retiradas progresivamente aún es posible encontrarnos con decenas de ellas por las principales capitales de medio mundo. Precisamente una de estas grandes ciudades ha emprendido un proyecto innovador que supondrá la reutilización de estas instalaciones.

Se trata de Nueva York. La ciudad norteamericana transformará las cabinas en puntos de acceso WiFi (los denominados hotspots) gratuitos. En un primer momento se habilitarán 10 de estas instalaciones para progresivamente crear una red que alcance nada menos que 13.000 puntos que existen en la ciudad en caso de que el proyecto triunfe en esta primera fase.

Cada uno de estos puntos tiene un radio de cobertura de hasta 91 metros gracias a las antenascon estándares militares que se colocarán en las cabinas. El coste de cada cabina adaptada asciende a los 2.000 dólares, que por ahora han sido sufragados por la compañía propietaria de las cabinas de la ciudad estadounidense. Los usuarios que accedan a estos puntos recibirán publicidad en sus dispositivos con el fin de fomentar el turismo en Nueva York, pero tras visitar la página de promoción podrán navegar libremente por Internet siempre que acepten los términos de uso.

¿Se extenderá este proyecto a otras ciudades del mundo? La última iniciativa de WiFi públcio por parte de un operador español ha sido la creación de la red de Ono en la ciudad de Alicante, donde los ciudadanos pueden acceder a Internet a una velocidad de 30 megas reales. Si el usuario no cuenta con una conexión de banda ancha fija puede pagar 3 euros al mes para acceder a esta red inalámbrica durante 100 minutos mensuales.

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