«La Ley Sinde no acabará con la piratería en Internet». Así de rotundo se ha mostrado el director Alex de la Iglesia respecto a la norma antidescargas que acaba de entrar en vigor en España. Verdades como templos mientras la clase política cree que ha tomado una decisión correcta e histórica.
El cineasta y expresidente de la Academia de Cine no se muerde la lengua cuando es cuestionado sobre la Ley Sinde, renombrada junto al apellido del actual ministro de Cultura, José Ignacio Wert, dado el máximo apoyo que ha obtenido la norma del político del Partido Popular. Alex de la Iglesia optó por dimitir del puesto como presidente de la Academia tras rechazar el Ministerio cualquier intento de mejorar la ley antidescargaspara hacerla más acorde a la realidad que se vive en Internet.
Críticas desde su propio gremio forzaron al bilbaíno a tomar esta decisión y sigue convencido de que la norma no es el remedio para frenar la llamada «piratería» en Internet. ABC.es se hace eco de sus últimas declaraciones, en las que lamenta que el nuevo Gobierno del PP «ha aceptado la ley tal y como era». El cineasta es rotundo: «Podrá generar miedo entre algunos usuarios aunque no conseguirá acabar con la piratería en Internet».
El director publicó recientemente un artículo en el que señalaba al propio sector del cine como responsable del auge de las páginas de enlaces, servicios de descargas directas o intercambio de archivos mediante redes P2P. De la Iglesia considera clave que no exista una oferta legal y asequible proporcionada por la industria cinematográfica para acaparar el interés de la comunidad de usuarios. A pesar de que se ha relacionado en múltiples ocasiones a los internautas con la política del «todo gratis», las cuentas premium de Megaupload demuestran que los usuarios sí están dispuestos a pagar. Un servicio legal y accesible a casi todos los bolsillos como Netflix también ha probado el interés por pagar por parte de los internautas.
Pero la industria sigue en sus trece apoyada por una clase política que no ha tardado en congratularse por la entrada en vigor de la nueva ley. Hace sólo unas horas, Wert aseguraba que hoy era «un día de celebración» porque finalmente se impulsa una medida que «protege derechos como el de la propiedad intelectual». Nada que celebrar, en cambio, por parte de los defensores de la libertad de expresión en la Red.
De la Iglesia lo ha dejado claro una vez más. Es la propia industria la que tiene que ver Internet como una plataforma desde la que despegar para conseguir beneficios y dejar de criminalizar a sus potenciales clientes. ¿Está abocada al fracaso la Ley Sinde? En sólo unas semanas lo comprobaremos, cuando se den los primeros cierres de páginas web pero los usuarios sigan teniendo el mismo acceso que hasta ahora a contenidos protegidos con derechos de autor a través de alternativas a las mínimas opciones de la llamada «oferta legal».