Propuestas reales para impulsar la fibra óptica en España

Propuestas reales para impulsar la fibra óptica en España

Redacción

El despliegue de redes de última generación en nuestro país se ha convertido en el principal reto de los grandes operadores y de las instituciones públicas, comprometidas con las propuestas de Europa para el desarrollo de la banda ancha ultrarrápida. El Colegio Oficial de Ingenieros de Telecomunicación (COIT) ha presentado sus propuestas para superar este reto.

A pesar de que 2011 se ha marcado como el año en el que la banda ancha de alta velocidad ha despegado en España, el camino por recorrer todavía es muy largo. Movistar ha sido el operador que más ha invertido para desplegar su red de fibra óptica hasta el hogar (FTTH) y ofrecer conexiones de 50 y 100 megas (en un futuro 200 Mbps), pero el apoyo institucional al margen de la inversión privada se antoja fundamental si España quiere alcanzar el objetivo de llegar a cumplir con lo marcado en la Agenda Digital europea para 2020.

El citado Colegio Oficial de Ingenieros de Telecomunicación (COIT) ha querido arrimar el hombro y ha elaborado un decálogo en el que recoge sus propuestas para que sea una realidad dicho objetivo: que la mitad de los usuarios naveguen a 100 megas en 2020. Como leemos en Finanzas.com, el COIT insiste en la elaboración de «una estrategia nacional orquestada» por el Gobierno, con la colaboración de las Comunidades Autónomas.

El COIT ha elaborado sus informes con el fin de apoyar al Gobierno saliente tras las próximas Elecciones Generales del 20-N. Su presidente, Eugenio Fontán, ha subrayado que los fondos para el sector de las telecomunicaciones no deben verse afectados por la «política de austeridad» que impondrá el futuro Gobierno. «Todos vamos en el mismo barco», afirmó con el fin de unir a todas las administraciones públicas y operadores privadas en la búsqueda del desarrollo de la banda ancha de alta velocidad.

De este modo se ha pedido una colaboración entre los agentes implicados como la que existe en otros países europeos con el fin de desplegar las nuevas infraestructuras. Un acuerdo de colaboración entre las compañías para compartir la inversión en redes se antoja fundamental con el objetivo de impulsar este desarrollo. Las instituciones públicas podrían colaborar, según el COIT, reduciendo los trámites administrativos y «las altas tasas que soporta el sector«.

Compartir las obras con otras compañías

Por otro lado han sugerido que se potencien planes conjuntos con empresas al margen de las de telecomunicaciones como podrían ser las de electricidad, luz o agua para que los operadores pudiesen aprovechar las zanjas que estas compañías abren para desplegar sus redes y poder llegar a los edificios de los ciudadanos de forma conjunta.

Esto sucede en países como Alemania y serviría para reducir los costes de inversión y aumentar la velocidad de despliegue de infraestructuras. «Los últimos 15 metros que son los que garantizan el acceso a la vivienda suelen suponer obstáculos prácticamente infranqueables, puesto que los operadores no logran fácilmente la aceptación para que se levante, por ejemplo, una acera o un tramo de calle», señaló en este sentido Fontán.

Por último, el COIT quiso reseñar que la fibra óptica no es la única alternativa para el desarrollo de la alta velocidad y que se debe ser neutral a la hora de escoger la tecnología. Las alternativas inalámbricas pasan por la banda ancha móvil de cuarta generación con la tecnología LTE y las conexiones vía satélite, que se antojan como solución idónea para acabar con la llamada «brecha digital» que afecta a las poblaciones menos habitadas.

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