La industria del cine insiste : El pago por las descargas deben asumirlo los operadores

La industria del cine insiste en poner sobre la mesa el debate acerca del canon a las conexiones de banda ancha como solución a los supuestos males económicos que produce el intercambio de archivos en Internet. Alex de la Iglesia ha sido el último en sostener esta postura y ya ha anunciado, según publica El País, que tras largas jornadas de debate con usuarios en Twitter convocará una reunión en la Academia de Cine en la que se buscarán soluciones a la vulneración de la propiedad intelectual en la Red.

«Será una reunión de Internet y el cine sin intermediarios», aseguró De la Iglesia, que se reunirá con el presidente de la Federación de Asociaciones de Productores Audiovisuales de España (FAPAE), Pedro Pérez, para aunar esfuerzos y centrar la estrategia. El director se ha mostrado abierto al diálogo, ya que cree que «la falta de comunicación e información nos lleva al desencuentro«. «He aprendido que hay muchas formas de afrontar el problema, que hay diferentes maneras de solucionarlo», apuntó.

«Hay muchos internautas que ofrecen soluciones sin que se vea coartada de ninguna manera la libertad del ciudadanos», afirmó en referencia al rechazo que produce en la comunidad internauta el cierre de páginas web. Por este motivo, la creación de un canon que grave las conexiones a Internet y sirva para compensar a los autores es una de las posibilidades que más seriamente se plantean. No es la primera vez que se habla de esta opción en los últimos meses, y el fracaso de la Ley Sinde ha hecho que vuelva a la agenda del Gobierno.

Una solución ya propuesta

Otros directores como Bigas Luna ya acusaron a los operadores de estar aprovechándose de su trabajo y de no arrimar el hombro con los creadores. La propia ministra de Cultura, Angeles González-Sinde, ya declaró en julio de 2009 que se debería estudiar la posibilidad de crear esta tasa por el papel de «conductores» de estos contenidos que tienen las compañías de banda ancha.

Sin embargo, ya han salido las primeras voces discrepantes con esta posibilidad, dado que tanto el propio Ministerio de Industria como los usuarios temen que en caso de imponerse este canon los operadores lo trasladasen a los precios finales de las conexiones a Internet, no precisamente baratas en nuestro país.