Como ya sucediera en Francia con la Ley Sarkozy, la ley antidescargas aprobada en Suecia hace un año no ha logrado el efecto buscado por el Gobierno del país nórdico. Tan sólo 3 personas han sido acusadas de compartir archivos ilegales, cifra que dista mucho de las 800 que estimaba el Gobierno sueco.
A pesar de que tras la aprobación de la Ley el uso de Internet se redujo en Suecia de forma considerable, un año más tarde la situación ha vuelto a la normalidad.
Al igual que sucedió en Francia, los usuarios han optado por métodos alternativos a la hora de compartir archivos como son los servicios de descargas directas o el streaming. Según un estudio, un 60% de los hombres entre 15 y 25 años admiten haber usado servicios de streaming ilegales, mientras que la cifra oscila en un 40% en cuanto al sector que abarca de los 15 a los 74 años.
Asimismo, las descargas vía P2P con programas como eMule o Bittorrent también han aumentado a un ritmo acelerado. Si antes de la Ley su uso era de un 26% y este se vio reducido drásticamente, su uso ha vuelto a incrementarse hasta el 16%.
Desde el Gobierno sueco afirman estar al corriente de la situación y aseguran que actuarán «legalmente contra estos otros servicios ilegales». En España, la Ley de Economía Sostenible que prevé el bloqueo de páginas web podría tener efectos similares a los de Suecia y Francia.