Los operadores consideran que la banda ancha universal es una medida populista
Miguel Sebastián, Ministro de Industria, confirmó ayer que la banda ancha formaría parte del servicio universal y los ciudadanos tendrían derecho a disponer de conexiones de un megabit a partir de 2011. La respuesta de los operadores no se ha hecho esperar y han criticado duramente la decisión del ejecutivo.
Fuentes de los operadores calificaron ayer la medida de «populista» y recordaron que «ya han tenido que afrontar fuertes costes por decisiones como el canon para financiar la ausencia de publicidad en RTVE, la identificación de los clientes de prepago en telefonía móvil o la tasa para los ayuntamientos por la ocupación del espacio público. «La cuestión es quien va a financiar la extensión de las infraestructuras», señalaron desde la Asociación de operadores Redtel.
Según señala Cinco Días, otras fuentes de la industria dijeron que se va a establecer un precio por el acceso a un mega, pero la duda es ver qué cantidad se fijará. Y advierten que el precio podría llegar a modificar el entorno competitivo actual. Hay que recordar que actualmente el ADSL de un mega cuesta 39,90 euros con Telefónica, operador designado hasta el momento para prestar el servicio universal.
Además, en el sector no descartan que el Gobierno use la medida en un hipotético «intercambio de favores» y obligar a las operadoras a asumir la inversión en infraestructuras para garantizar el servicio a cambio de concederles buena parte de las frecuencias que queden libres en el ámbito televisivo tras el apagón analógico.
«Es prioritario determinar cuánto dinero implica y cómo se va a financiar», señalaron desde Redtel. Obviamente, los operadores han puesto el grito en el cielo porque consideran que la inversión no va a tener retorno en áreas aisladas. Sin embargo, aunque un megabit sea insuficiente, es una buena noticia que estén obligados a invertir en estas zonas no competitivas.