La Unión Europea quiere aprovechar la buena salud del mercado de la telefonía móvil para recaudar dinero con un impuesto que podría alcanzar el 14% del valor del terminal.
Según adelantó ayer Expansión, Bruselas ha propuesto una nueva clasificación aduanera para terminales más potentes, aquellos que tienen GPS, cámara.. etc. El nuevo impuesto podría incrementar hasta un 14% el precio final del teléfono. Por ejemplo, un móvil de 300 euros costaría 342 euros.
Fuentes de AETIC, la patronal española de las empresas de electrónica, estiman que la aplicación del nuevo derecho aduanero podría extenderse a cerca del 60% del mercado total de terminales, puesto que la mayoría incorporan funciones que convierten al móvil en un terminal avazando.
Desde el blog especializado Xatakamóvil recuerdan que el arancel se sumaría al famoso canon digital que pagamos rigurosamente todos los ciudadanos cuando compramos un teléfono móvil que reproduce MP3 y que acaba en las arcas de la SGAE.
Recaudación millonaria
En Europa se venden 50 millones de teléfonos al año, con un valor de mercado superior a los 17.000 millones de euros. Con este volumen de mercado, un nuevo arancel del 14% podría acabar recaudando hasta 2.300 millones de euros anuales para la Unión Europea.