Las conexiones 4G siguen sin fecha de llegada para aterrizar en el catálogo de ofertas de los Operadores Móviles Virtuales (OMV). Este podría ser uno de los principales motivos por los que su impresionante progresión se vería frenada a lo largo de 2014.
Son los grandes protagonistas del sector móvil y los grandes operadores empiezan a ver con recelo su crecimiento. Nos referimos a los OMV, que mes tras mes han liderado las listas de ganancia de líneas móviles a base de arrebatar clientes fundamentalmente a Movistar y Vodafone gracias a unas ofertas muy competitivas y asequibles en un momento en el que la situación económica de las familias demanda ahorrar al máximo.
Por ahora satisfacen con creces las demandas del usuario medio de servicios móviles con voz y conexión a Internet a precios de lo más asequible. Sin embargo, el futuro no pinta tan optimista para este grupo de operadores debido a la nueva tecnología de este mercado: la LTE (o conectividad 4G). La situación es bastante incierta porque no se sabe si estas compañías sin red propia podrán acceder a este tipo de conexiones dado que el regulador, la CMT, desaparecerá para integrarse en la llamada Comisión Nacional de Mercados y Competencia (CNMC) y está por ver si ésta forzará a los grandes operadores a revender el acceso a las compañías low cost y en qué condiciones.
No obstante, desde los operadores líderes del mercado ya se han admitido las reticencias para hacerlo. El presidente de Vodafone España, Francisco Román, aseguró que su compañía no prestará 4G a los OMV hasta que el Gobierno no libere el espectro de 800 MHz del dividendo digital. Aunque a priori se esperaba que sucediese a comienzos de este año se prevé que se retrase hasta el 1 de enero de 2015, lo que conllevaría que a lo largo del año que viene los OMV no podrían ofrecer 4G.
No es ningún secreto que compañías como Ono, Jazztel, Pepephone, R o Happy Móvil suspiran por vender estas nuevas conexiones. No en vano esta imposibilidad es vista como una desventaja competitiva con los grandes operadores y podría lastrar su crecimiento.
El hecho de que por el momento no exista una demanda real de este tipo de conexiones para utilizar la mayoría de los servicios móviles puede salvar a los OMV. Es indudable que en un futuro será necesaria la cuarta generación móvil por la calidad que ofrece frente al aumento en el tráfico de datos, pero por ahora a una amplia mayoría de usuarios les basta con conexión 3G para el uso diario que dan a sus tarifas de datos. Por ello habrá que ver hasta cuándo podrán aguantar en esta situación los operadores sin red propia sin que se note en el aumento de su cuota de mercado y si finalmente el nuevo regulador toma cartas en el asunto para que no queden en una situación más débil a la hora de competir.