Microsoft ha confirmado los peores temores para muchos usuarios. Su próxima Xbox One obligará a conectarse a Internet cada 24 horas para poder disfrutar al 100% de sus funciones como consola a la vez que ha anunciado herramientas para limitar la reventa de juegos pero que dependerá de las editoras utilizarlas o no.
Nuestros compañeros de Gamerzona.com se hacen eco de la información confirmada por Microsoft hace unas horas y que no ha tardado en generar una avalancha de críticas en Internet. La nueva Xbox One será pionera en una serie de restricciones en el mercado de las consolas domésticas, entre las que se encuentra de algún modo el cacareado fantasma de la conexión permanente.
Cuando apenas faltan unos días para el E3 2013 y la conferencia en la que la compañía dará todos los detalles que faltan por conocer de su consola, ha explicado que el dispositivo podrá estar sin conectarse a Internet un máximo de 24 horas. Además, si jugamos desde otra Xbox One a nuestra biblioteca de juegos tendremos que conectarnos cada hora. «Está diseñada para verificar si el sistema, aplicaciones o juegos, necesitan una actualización y comprobar si se ha adquirido un nuevo juego, revendido, intercambiado o prestado a un amigo», explicó a la vez que remarcó que «los juegos que aprovechan la nube requieren de una conexión».
Si el usuario no realiza este chequeo cada día la consola no ejecutará los juegos y sus funciones quedarán limitadas a la reproducción de Blu-ray y DVD así como a ver la televisión en directo. Asimismo, confirmó que la conexión mínima será de 1,5 Mbps y en caso de no disponer de opción de banda ancha fija recomienda conectarla a través del móvil, algo que puede ser efectivo a la hora de hacer el check-in pero que es inviable para jugar en la nube por la calidad de las conexiones móviles a día de hoy.
Su polémica postura sobre el mercado de segunda mano
«En nuestro papel como editor de juegos, Microsoft Studios permitirá dar los juegos a tus amigos o comerciar con ellos en las tiendas. Los otros editores podrán o no dar soporte a la reventa de juegos y podrán establecer los términos económicos o los gastos de transferencia con los minoristas». Con estas palabras ha aclarado su postura respecto a la compra-venta de juegos usados, dejando en mano de las distribuidoras imponer restricciones o cobrar algún tipo de canon por la reinstalación de un mismo juego en dos consolas distintas con dos cuentas de Xbox Live distintas.
Aunque la compañía ha querido aclarar que en ningún caso recibirá dinero por el mercado de segunda mano, también ha reconocido que durante el lanzamiento de la consola no será posible prestar o alquilar juegos aunque sí «regalarlos con algunas restricciones«. Éstas pasan por que la persona que reciba el juego regalado tendrá que «haber estado en nuestra lista de amigos durante al menos 30 días». Cada juego solo se podrá regalar una única vez.
Por último, los de Redmond han señalado que el control de lo que Kinect puede oír y ver lo tendrán los usuarios para evitar problemas con su privacidad, pero este último tema ha resultado eclipsado por la conexión cada 24 horas y sus restricciones en el mercado de segunda mano. ¿Qué os parecen estas medidas confirmadas por Microsoft? ¿Acabará imponiéndose este tipo de modelo en el mercado de las consolas o será un paso en falso de la compañía estadounidense? ¿Hará lo propio Sony con PlayStation 4?