El canon digital representa más del 60 por ciento del precio de los DVD y para el reproductor iPod de 30 gigabytes puede suponer un sobrecoste de 90,6 euros, frente a los 2,56 o 9,87 que se paga en Alemania o Italia. El canon digital que ya se aplicaba en los DVD, se ha introducido ahora en la Ley de Propiedad Intelectual, con un amplio apoyo parlamentario, para proteger dispositivos electrónicos, con el objetivo de proteger los derechos de propiedad intelectual de artistas y para luchar contra la piratería.
El impuesto afecta a los consumidores en forma de precios más elevados, compensan a los artistas por las copias privadas de películas o canciones realizadas usando grabadoras personales y otros aparatos.
(La Vanguardia) El canon presenta numerosas debilidades y distorsiona los mercados ya que supone un incremento de precio que, dice, choca con un aspecto de la nueva ley que regula la instalación de medidas tecnológicas anticopia en los soportes.
También excluyen del canon dispositivos como discos duros, que son los soportes más susceptibles de almacenar información o las líneas de banda ancha a través de las cuales se intercambian ficheros P2P, lo que produce descompensación en las demandas de los distintos productos.
La conclusión es que este canon no responde a una lógica económica clara y «su instrumentación es un ejemplo de medida económica ineficiente y perturbadora para el funcionamiento de los mercados».
La Comunidad Europea demanda un canon más exigente
El impuesto sobre los derechos de autor en los reproductores de MP3 y en otros equipos de copia, normalmente aplicado en la importación, obstruye el mercado interior de la Unión Europea y debería ser aplicado más estrictamente, dice un documento de la Comisión Europea.
En un borrador de recomendación de la Comisión a los estados miembros, al que Reuters ha tenido acceso, rechaza las peticiones de la industria electrónica de eliminar el impuesto, que el año pasado recaudó 560 millones de euros.