Conectar varios monitores a un ordenador es algo que se lleva pudiendo hacer prácticamente desde que éstos se crearon. Incluso si nos retrotraemos a hace 15 o 20 años, las tarjetas gráficas contaban con tres salidas. Una DVI, una VGA y una S-Video, pudiendo conectar dos monitores y una televisión.
Las tarjetas gráficas más recientes cuentan con configuraciones que admiten hasta 5 monitores, distribuyéndose la mayoría en dos o tres puertos DisplayPort, un HDMI y alguna que todavía sigue equipando conectores DVI. Esta última generación de tarjetas gráficas en 2016 ha supuesto la muerte de las tarjetas gráficas compatibles con monitores analógicos por parte de NVIDIA, mientras que AMD ya había dejado de soportar este tipo de pantallas desde hace tres años.
El DisplayPort está ganando posiciones frente al HDMI en las tarjetas gráficas debido a que este puerto no es propietario, y además tiene mayores ventajas técnicas de cara utilizarlo con monitores, como mayor ancho de banda y mayores tasas de refresco. Además, permite conectar tanto monitores por HDMI como por VGA mediante adaptadores que valen apenas 10 euros.
Una vez conocidos los aspectos técnicos para utilizar varios monitores en nuestro ordenador, vamos a ver cuáles son las ventajas de utilizar varios monitores en nuestro día a día y cómo pueden ayudarnos a ser más productivos y a poder aprovechar aún más las capacidades que ofrece nuestro PC.
1. Evita tener que hacer alt-tab
El navegador, el chat, el reproductor de música, el de vídeo, el monitor de recursos del PC. Tener muchos programas abiertos es un constante abrir y minimizar ventanas, que se intenta hacer algo más rápido con el alt-tab, pero deja de serlo si tienes que estar recordando el orden de las instancias abiertas. Con dos monitores el alt-tab apenas se utiliza.
En mi caso, tener dos pantallas me permite tener la secundaria para monitorear recursos del ordenador con los gadgets de Windows, así como tener aplicaciones de mensajería y el reproductor de música, mientras que en la pantalla principal veo contenido multimedia, navego por la red, o escribo artículos. Incluso a la hora de utilizar Photoshop puedo tener una barra de herramientas más completa en la segunda pantalla, teniendo más espacio en la principal para ver los resultados de la edición en la fotografía.
2. Aprovecha monitores antiguos
Gracias a las ventajas que ofrece el puerto DisplayPort, que permite conectar monitores HDMI, DVI o VGA con adaptadores, podéis aprovechar un monitor antiguo por malas que sean sus prestaciones para tenerlo como monitor secundario para revisar los recursos que consume el ordenador, o para tener aplicaciones que necesiten nuestra atención como las de mensajería instantánea.
3. Uno horizontal, y el otro vertical
Los monitores más recientes incluyen soporte VESA. Este tipo de soporte permite poner el monitor en la posición que creamos más conveniente. Podemos tener un monitor en horizontal, mientras que podemos tener otro en vertical para leer cómodamente páginas web, cuya distribución de texto tiende a la verticalidad.
4. Monitores cada vez más baratos
¿Tienes un ordenador potente? Puedes crear un setup de tres monitores por apenas 400 euros. Un monitor de 24 pulgadas Full HD con una tasa de refresco de 75 Hz y un tiempo de respuesta de 1 ms cuesta 159 euros, pudiendo montarte un setup con tres de ellos por poco más de 400 euros. También tenemos la opción de comprar un monitor nuevo con mejores características, y dejar el antiguo como secundario, cosa que suele hacer mucha gente.
5. Nuevas experiencias en videojuegos
Los simuladores de conducción son una experiencia completamente distinta cuando se juegan con varios monitores. Mientras que con uno puedes ir en primera persona y viendo el circuito en frente, con dos monitores a los lados puedes ver de manera más cómoda los retrovisores, o incluso utilizar otra pantalla para ir analizando todos los aspectos del coche en tiempo real.
En otro tipo de videojuegos, como los de mundo abierto, tres pantallas te permiten ver el entorno de una manera más completa. El único inconveniente es que necesitas bastante potencia para poder mover de manera fluida y con gráficos aceptables tal cantidad de información. A nivel de inmersión no llega a la realidad virtual, pero la calidad gráfica que ofrece esta solución es mayor, ya que maneja más resolución.
Otro inconveniente que presenta utilizar varios monitores para jugar es la presencia de bordes entre una imagen y otra, pero cada vez son más los fabricantes que están haciendo monitores cuyos bordes son de apenas medio centímetro para evitar precisamente este efecto.
A unas malas, siempre puedes utilizar el monitor principal para jugar, y mantener el secundario para tener abierta información que quieras conocer en tiempo real sin tener que minimizar el juego y viéndola de tan sólo un vistazo.
Y vosotros, ¿utilizáis dos o más monitores en vuestros ordenadores? ¿Qué uso les dáis? Dejad vuestras ideas en los comentarios.